Si ordenar se ha convertido una misión imposible para ti, lo más probable es que hayas cometido alguno de los errores que te hemos contado. Pero no desesperes, aquí tienes los trucos para remediarlo.
Busca tu propio sistema para ordenar
- No te compares con los otros. Cada uno tiene unas necesidades y hábitos distintos, así que el sistema de orden que les funciona a otros quizá a ti no te vaya bien.
- No te lo pienses demasiado. Es necesario planificar, pero lo justo. Esperar a encontrar un plan de acción perfecto antes de ponerte en marcha puede hacer que el desorden reine durante años.
- No te lances a comprar cajas. No tiene sentido comprar objetos de almacenaje sin saber si los necesitarás. Antes diseña a conciencia tu plan.
Para no confundirte, elige un solo método y síguelo
No te pases de organizada
- No lo compliques demasiado. Debes ser un método realista. Por muy efectivo que sea un sistema, si es muy complicado no lo mantendrás demasiado tiempo.
- No olvides a tu familia. Si no les explicas los cambios y en qué consiste la nueva organización, no podrán contribuir al orden y de poco valdrán tus esfuerzos.
- No creas que es cosa de un día. No basta con darte una paliza un día y olvidarte. Al contrario, lo ideal es que antes de acostarte dediques 10-15 minutos a ordenar.
Opta por muebles que se ajusten a tus necesidades
Usa el espacio con la cabeza…
- No hagas torres. Estas llevan al desorden cuando quieres coger lo que está en la base. Mejor aprovecha el espacio colocando las cosas de lado (como te contamos en el paso a paso para doblar con el método Marie Kondo) y no una sobre otra.
- No llenes los cajones sin más. Compartimentarlos te ayudará a tener todo en orden y a encontrar fácilmente aquello que busques.
- No dejes "imanes" del caos. Una silla junto a la cama, una consola vacía, imanes en la nevera... Evítalos a toda costa ya que atraen el desorden.
No uses baldas anchas para cosas estrechas
Utiliza efectos especiales
- Ojo con los contrastes. Mezclar objetos decorativos muy diferentes da un aspecto caótico. En cambio, la uniformidad contribuye a que algo parezca más ordenado. Así que elígelos con colores o estilos similares.
- No lo llenes al máximo. Si los armarios, estanterías... están saturados, parecerán desordenados. Además, al hacer limpieza es importante dejar espacio para lo que adquieras en el futuro.
No sigas guardando cosas que ya no necesitas, deshazte de ellas
El acumular se va a acabar
- No dejes nada "por si". Sé sincera contigo misma y deshazte de todo aquello que no has utilizado en los últimos meses. Y no compres nada si antes no te has deshecho de otra cosa.
- No tires, dónalo. Pensar que tus cosas van a acabar en la basura puede darte pena, y solo por eso decides guardarlas. Dárselo a alguien conocido que sepas que lo necesita hará que deshacerte de esas cosas te cueste mucho menos.
- No dejes que opinen sobre lo que tiras. Si bien algunas personas pueden ayudarte dándote un consejo imparcial sobre si tirar algo o no, otras pueden empujarte a guardar lo que no debes.
No olvides a los más pequeños
Una casa con niños pequeños también puede estar ordenada. La clave es que elijas muebles a su medida o que les ayuden a ordenar, como son cajas con un dibujo de lo que deben meter dentro.