Comenzamos nuestra selección con algo que jamás imaginamos encontrar en Ikea: una casa para gatos. Puedes usarla con sus patas (o no), colgarla de la pared, usarla como mesilla de noche o meterla en una estantería KALLAX. Gracias a la pequeña abertura, tu gato se sentirá más seguro y además, podrá afilarse las uñas con la pared-rascador que tiene en la parte delantera.
LURVIG Casa para gatos + patas, 49,99€