No te hagas la loca

Cosas muy asquerosas que todos hacemos con la ropa

¿Cada cuánto lavas las fundas de los cojines, los trapos de cocina, la alfombrilla del baño o los sujetadores...? Descubre cada cuánto y cómo lavar tu ropa y la de casa para evitar que los gérmenes y las bacterias campen a sus anchas.

laura perez llorca ok autor
Laura Pérez Llorca

Directora Digital de CLARA.

Actualizado a

Sábanas, un nido de gérmenes

Cambiar las sábanas regularmente no solo es una cuestión de estética. Cada noche, mientras dormimos, van recogiendo los gérmenes, el sudor y la grasa corporal que desprende nuestro cuerpo y nuestras prendas de ropa, y se convierten en un auténtico nido de agentes patógenos. Como muy tarde se deben lavar cada dos semanas, aseguran los expertos, aunque lo más recomendable es hacerlo semanalmente. 

 

Con qué frecuencia hay que lavarlas: Una vez por semana, o como mucho, cada dos semanas. 

 

Cómo lavarlas correctamente: Con agua caliente. “El lavado de la ropa a 70º los destruye totalmente”, asegura el doctor Josep Torres, de la Unidad de Alergología del Centro Médico Teknon. Y recomienda el uso de secadoras para eliminar los ácaros, pólenes y hongos ambientales.

Fundas y rellenos, el paraíso de los ácaros

¿Nunca lavas las fundas y el relleno de los cojines o el edredón? Además de en las sábanas, uno de los lugares donde hay mayor concentración de ácaros del polvo es en las fundas y rellenos de edredones, cojines y almohadas. Solo tienes que pensar en todos los productos que nos aplicamos en el pelo, la cara y las manos, junto con la suciedad con la que estamos en contacto a lo largo de todo el día, para darte cuenta de por qué es tan necesario lavar las fundas y los rellenos.

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: Las fundas de los almohadones de la cama, con la misma frecuencia que las sábanas. Y las de los cojines del sofá y otras estancias, así como los rellenos de cojines y edredones, cada seis meses (un par al año o coincidiendo con los cambios de armario de verano e invierno). 

 

·Cómo lavarlos correctamente: Tanto las de espuma como las de plumas pueden lavarse, pero respetando las indicaciones de la etiqueta. Y si doblas la almohada por la mitad y al soltarla no recupera la forma de manera natural, es un indicador de que debes ir pensando en cambiarlas. 

Protectores, también merecen un lavado de vez en cuando

Tampoco hay que olvidar las fundas protectoras de colchones y almohadones. Como quedan debajo de las sábanas y las fundas exteriores, no es necesario lavarlas con tanta frecuencia como la ropa de cama, pero eso no significa que puedas pasar olímpicamente del tema.

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: Se aconseja lavarlas cada mes o dos.

 

Cómo lavarlos correctamente: La mayoría de las clases se deben lavar con agua tibia y secar a baja temperatura. Pero ve con cuidado en el caso de que la funda protectora tenga materiales plásticos o similares para evitar que las pérdidas de orina u otros flujos lleguen al colchón. En caso de aquí sea, consulta la etiqueta del fabricante. 

La alfombrilla del baño, esa gran olvidada...

Sí, esa alfombrilla que parece que nunca haga vacaciones también tiene derecho a pasar por la lavadora de vez en cuando. Se moja cada vez que algún miembro de la familia se asea, se ducha o se baña, y nunca se acaba de secar bien del todo. Las que están bajo el lavamanos son un potente imán para la suciedad como consecuencia de las veces que llegamos a pisarlas a lo largo del día con el ir y venir (y si están cerca del inodoro, incluso pueden acumular restos fecales...).

 

·Con qué frecuencia hay que lavarla: Se recomienda hacerlo cada semana. 

 

·Cómo lavarla correctamente: Si tu alfombrilla de baño está hecha de algodón o fibras sintéticas, lávala junto con las otras toallas. Si tiene una base de goma, también pueden lavarse en la lavadora pero en un ciclo suave con agua fría, y con menos frecuencia ya que el revestimiento antideslizante no puede soportar una limpieza muy frecuente. Y si es de fibras vegetales, asegúrate de la cambiarla cada un cierto tiempo por una nueva.

Toallas donde la humedad campa a sus anchas

Según los expertos, si las cuelgas bien extendidas en un toallero o un tendedero y las deja secar bien después de cada uso, se pueden usar más de tres veces antes de tirarlas al barreño de la ropa sucia (y así ahorrar energía y ser más respetuosos con el medio ambiente). Pero, incluso en este caso, se aconseja no dejarlas sin lavar más de una semana. 

 

Con qué frecuencia hay que lavarlas: Cada tres-siete usos (si la dejas secar bien antes de volver a usarlas). 

 

Cómo lavarlas correctamente:  Lávalas con agua templada para eliminar los gérmenes y prescinde o evita excederte con el suavizante. Este tipo de sustancia obstaculiza su poder de absorción y hace que las toallas no sequen.

¿Y los sujetadores qué?

A casi nadie le pasa por alto que las braguitas hay que lavarlas después de cada uso, ¿pero qué pasa con los sujetadores? Los lavamos poco o casi nunca. En este caso no es tanto la suciedad pura y dura como el desgaste que sufren y su exposición al sudor. Los sujetadores deportivos deben lavarse después de cada entrenamiento. Pero los de diario que nos ponemos solo unas horas y nos los quitamos tan pronto como podemos no es necesario lavarlos tan frecuentemente ya que puede dañarlos y deformarlos.

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: Según los expertos, lo más recomendable es lavarlos cada tres o cuatro usos de media.  

 

Cómo lavarlos correctamente: Antes de lavarlos, cierra broches y cierres, y mételos en una bolsa de malla. Lávalos con el ciclo más delicado que tengas y con un detergente para ropa delicada. Y para secarlos, colócalos sobre una toalla en lugar de colgarlos. Así no se estirarán ni deformarán.

Pijamas y camisones que podrían llegar a andar solos...

¿Recuerdas lo que hemos dicho de las sábanas y la ropa de cama? Pues lo mismo es aplicable a los pijamas y los camisones con el agravante de que es la ropa que está en contacto directo con tu piel cada noche...

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: Cada tres o cuatro usos (de media usa un par de pijamas o camisones por semana)

 

Cómo lavarlas correctamente: Si son de algodón o tejidos resistentes, júntalos con el resto de la colada. Pero si son de tejidos delicados, mejor lávalos como los sujetadores o la ropa interior delicada. 

Lava cada prenda en su justa medida

Que la ropa que nos ponemos hay que lavarla regularmente es algo que a casi nadie le pasa por alto. Pero hay prendas que se resisten más que otras a visitar la lavadora: los vaqueros, los jerséis, las chaquetas...

Con qué frecuencia hay que lavarlas: Las camisas, las camisetas y los tops (prendas que están en contacto directo con la piel) se recomienda lavarlos cada vez que los uses. Los vestidos, las faldas y los pantalones cada tres usos. Los jerséis y los suéters, cada cinco o seis usos. Y las chaquetas y abrigos al menos una vez por estación.   

 

Cómo lavarlas correctamente: A la hora de hacer las lavadoras, separa la ropa por colores (blancos, oscuros y colores vivos), tejidos (más resistentes o más delicados) y dale la vuelta para que no se dañe y conserve más tiempo su estado original.

Plaids, mantas auxiliares y cubrecamas también existen

Que hay que lavar las sábanas, las toallas y la ropa que nos ponemos es algo que resulta bastante obvio. Pero a cuántas personas se les olvida lavar los plaids, las mantas auxiliares y los cubrecamas que usamos para abrigarnos en el sofá o el dormitorio. Y nos asépticos precisamente... Además de los gérmenes habituales pueden tener restos de comida de cuando los usamos mientras comemos, cenamos o picamos algo, mirando la tele, por ejemplo. 

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: Cada tres meses. Un truco para acordarse es lavarlos al final de cada estación. 

 

Cómo lavarlos correctamente: En función del tipo de tejido será conveniente hacerlo de un modo u otro. Para no cometer errores, sigue las instrucciones de lavado en la etiqueta.

Trapos de cocina, más sucios que la ropa interior

Incluso si te lavas las manos antes, durante y después de la preparación de alimentos, si te las vas secando con el mismo trapo puedes ir recogiendo y trasladando de un lado a otro gérmenes y otros agentes perjudiciales para la salud. Según algunos estudios recientes, más del 75% de las esponjas y trapos de cocina tienen peligrosas bacterias como la Salmonella y la E. coli. Para reducir la propagación de microbios, utiliza un paño de cocina limpio cada día. Esto también es aplicable a las toallas de mano cuando sois varios miembros en la familia (o bien que cada uno tenga la suya propia). 

 

Con qué frecuencia hay que lavarlos: A diario.

 

Cómo lavarlos correctamente: Con agua caliente para eliminar gérmenes y bacterias. 

Como has visto, no limpiar tu ropa y la de casa cuando toca puede ser perjudicial para tu salud. Pero a la hora de hacer la colada también puedes tener problemas para la salud si no lo haces correctamente...

Cómo lavar la ropa de forma sana y correcta

  • Mantener la lavadora en buenas condiciones de higiene y de funcionamiento.
  • Usar jabones neutros y sin perfumes para no perjudicar ni tu piel ni el medio ambiente ni tu ropa.
  • Lavar la ropa de cama y con agua caliente para acabar con todos los gérmenes.
  • Lavar la ropa interior aparte (y si es posible a mano). Es, además, uno de los trucos sencillos y eficaces para alargar la vida de la ropa.
  • Vaciar la lavadora en cuanto acabe y antes de que empiecen a proliferar las bacterias atraídas por la humedad.
  • Ventilar el cuarto de la lavadora para evitar el moho en los espacios húmedos.
  • Ventilar también la lavadora. Es una de las premisas de cómo limpiar la lavadora paso a paso.
  • Vigilar la postura a la hora de ponerla si no quieres perjudicar tu espalda.

Si quieres todos los detalles punto por punto, no te pierdas nuestras claves para lavar la ropa sin perjudicar tu salud.

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de Clara?