Cosas de casa

Cómo organizar una zona de estudio (y mantenerla en orden)

Tanto si quieres crear una zona donde puedas trabajar en tus cosas, como si te has propuesto plantar cara al desorden que se ha apoderado de tu despacho, no te puedes perder estas claves.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

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1. Saca partido al espacio

Si no sabes dónde ubicar tu zona de estudio, puedes aprovechar un rincón del salón como este. Con la mesa y dos estantes de DM pintado de blanco, este rincón de trabajo ocupa apenas 1 m2. Y tanto la mesa como los estantes se adaptan a la columna de la pared y dan uso al hueco que quedaba muerto entre esta y un módulo de armario.

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2. Soluciones polivalentes

También puedes aprovechar la mesa de comedor y darle varios usos, como en este espacio. Aprovechando la pared que separa de la cocina, se ha colocado una estantería hasta el techo y se le ha adosado la mesa, que funciona como mesa de trabajo y se convierte rápidamente en mesa de comedor con solo dejar los utensilios de escritorio y de trabajo en los estantes contiguos.

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3. Aprovecha el dormitorio

Tanto a los pies de la cama como en un rincón despejado del dormitorio puedes organizar una zona de estudio o de trabajo con solo una mesa, una silla y poca cosa más. Pero recuerda que debes dejar zonas de paso de entre 0,70 y 1 m alrededor de la cama y entre 1 y 1,20 m delante del armario para moverte con comodidad y poder abrir y cerrar las puertas del armario. 

 

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4. Bajo la ventana

Es uno de los lugares donde los escritorios y las mesas de trabajo encajan a la perfección porque te permiten ahorrar energía y descansar la mirada de vez en cuando si las vistas son bonitas. Para matizar el sol a la hora de trabajar o camuflar unas vistas no deseadas, la mejor solución son estores regulables, persianas y cortinas.

 

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5. En una galería

Si tienes una galería o un espacio ganado a la terraza, por ejemplo, puedes ubicar ahí la zona de estudio o de trabajo. Es uno de los lugares más idóneos por la abundancia de luz y claridad. Si puedes, reorienta tu mesa para que veas verde en el exterior o decora con alguna planta que oxigene tu espacio. Los expertos aseguran que ver plantas vivas ayuda a concentrarse, reduce el cansancio y te motiva.

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6. Estudia el espacio

Para sacar partido hasta el último milímetro de superficie disponible, estudia detenidamente el espacio. Aquí, por ejemplo, se ha aprovechado la zona muerta de los pies de la cama para colocar una estantería modular conectada con el escritorio. Una solución tan sencilla como eficaz.

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7. Si no tienes sitio...

Se considera que una persona necesita unos 3,5 m para trabajar con comodidad. Pero si no tienes espacio y solo la vas a usar puntualmente, puedes improvisar una zona de estudio con un buró o una cómoda con el escritorio abatible junto con un ligero taburete en una zona de paso –como en este caso–, bajo una escalera, en un rincón entre columnas o hasta en un pasillo ancho.

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8. Multiplica la superficie de trabajo

Una mesa a lo largo de una pared o una en "L" aprovechando un rincón muerto es la solución cuando necesitas una zona de trabajo para más de una persona sin invadir el resto de la estancia. Esta disposición aprovecha al máximo los metros y deja libre el espacio central. Por regla general, se considera que la mesa debe tener unos 78 cm de alto, y unas medidas de 150 cm de largo por 80 cm de ancho.

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9. Estructuras de obra

Tanto de obra como de pladur o a medida son ideales para aprovechar rincones y zonas muertas entre tabiques. Si el escritorio lo haces del mismo material o color, uniformas el conjunto y haces que parezca mucho más ligero. El monitor del ordenador debe estar posicionado correctamente, en relación con la altura de la silla y del escritorio, para evitar estrés en cuello, espalda, hombros y ojos.

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10. Estanterías con puertas

Siempre que te sea posible, opta por estanterías con puertas. Protegen del polvo, aligeran visualmente y dan sensación de que todo está más ordenado. Si optas por una librería mural, la ideal es que tenga 1,50 m de ancho, 0,30 m de profundidad y unos 2 m de altura. Es útil y muy práctico que cuente con estantes regulables, para variar la altura. Y si te decantas por tonos claros, reducirás el impacto visual.

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11. Estantes rinconeros y asientos adecuados

Los estantes de este tipo te ayudan a sacar partido hasta del último milímetro de espacio disponible. Y si vas a pasar muchas horas, debes elegir la silla adecuada: que sea regulable en altura, que el respaldo se ajuste a la espalda y ofrezca apoyo a la zona lumbar, y que los reposabrazos te permitan mantener una postura cómoda con los brazos formando un ángulo de 90º.

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12. Mesas ligeras

Recuerda que para montar una zona de estudio o de trabajo tienes suficiente con un tablero y unos caballetes o un estante modular como base. Orienta la mesa para aprovechar al máximo la luz natural y revisa tu silla para que te dé la máxima comodidad –espalda recta, altura adecuada para tener los antebrazos rectos sobre la mesa, pies algo elevados y lumbares recogidas–.

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13. Muebles de oficio

Los muebles de oficio antiguos encajan a la perfección como mesa de estudio o de trabajo en un dormitorio, por ejemplo. Tanto estos muebles como los escritorios antiguos aportan un plus a la decoración. Si no sabes cómo combinarlos con los demás elementos, busca el contraste. Mezcla estilos (máximo dos o tres) para que el ambiente no sea monótono y uniforme.

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14. No te olvides de la iluminación

Si optas por una mesa aislada en el centro de la estancia, puedes solucionar el tema de la iluminación con una lámpara colgante a una altura prudencial para que te ilumine sin deslumbrarte. Pero siempre que puedas decántate por una lámpara con el pie articulado o un flexo con el haz de luz dirigible. Si la mesa está junto a una ventana, la lámpara debe quedar en el rincón opuesto a la entrada de luz natural, el que estará más oscuro.

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15. Despeja la mesa de trabajo

Es una de las claves fundamentales para trabajar y estudiar en buenas condiciones. Procura guardar todo lo que no tienes que usar en cajones y estantes, y coloca los elementos decorativos aparatosos en estantes o sitios alejados de la zona concreta de trabajo. Te ayudará a concentrarte.

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16. Todo en su sitio

Es uno de los principios fundamentales para mantener el orden. Cajas, bandejas de documentos y archivadores te ayudan a clasificar y guardar la correspondencia, las facturas y todos esos objetos que tienes desparramados por el escritorio o por los estantes. Elige elementos del mismo color o de estilo parecido, porque la uniformidad da sensación de orden.

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17. Etiqueta y vencerás

Es una de las claves para que, además de mantener el orden, encuentres las cosas en un plis plas cuando las necesites. Para ello, elige el sistema que mejor te funcione: poner una etiqueta con su contenido, una pequeña explicación fuera, pegar una foto, usar distintos colores...

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18. Todo a mano, pero en orden

Guarda los clips y otros objetos pequeños agrupados. Si los guardas dentro de los cajones, recurre a los separadores. Si los dejas sobre la mesa, mete cada cosa en un bote pequeño. Una buena idea para tenerlo todo a mano pero en orden es colocar barras de utensilios como las que se usan para las cocinas y, en lugar de cucharones y especieros, colocar todo el material de escritorio debidamente clasificado.

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19. Piezas móviles

Aparte de sillas con ruedas, las cajoneras móviles te ayudan a tener todo a mano y arrinconarlo cuando ya no lo necesitas. Son ideales, por ejemplo, cuando montas el estudio en una estancia dedicada a otros usos (el salón, una zona de paso...).

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20. Y mantén a raya los cables

Si no quieres enredarte con tanto cable, puedes optar por cubrecables y otros accesorios que los mantengan ocultos y sin enredos.

Si necesitas un lugar donde trabajar en tus cosas, estudiar o crear y no tienes un espacio destinado a ello, no te desesperes. Aquí tienes buenas ideas para crear una zona de estudio o de trabajo y todas las claves para mantener a raya el desorden en tu despacho.

Dónde montar una zona de estudio

  • En un rincón del salón. Ya sea en una pared que quede libre o adosado a la parte trasera del sofá, puedes poner un escritorio o una mesa de trabajo. Para no invadir el espacio, procura poner alguna estantería cerca o unos estantes volados para dejar allí todo lo que necesites.
  • En el comedor. A veces solo nos acordamos de la mesa del comedor para las grandes celebraciones. Una forma de sacarle partido es sumarle otro uso como zona de estudio o trabajo. El truco para diferenciar cada uso es tener a mano algún mueble o estructura que te permita quitar y poner las cosas que vayas a utilizar en cada momento.
  • En el dormitorio. Ya sea a los pies de la cama, junto a la ventana o adosada a una pared libre, puedes crear tu rincón de trabajo con solo una mesa, un tablero con unos caballetes o un buró. Si quieres evitar la sensación de abarrotamiento, puedes cambiar la silla por un taburete, que resulta más ligero.
  • En la galería. Es una de las zonas ideales para montar un espacio donde trabajar, estudiar o crear. Así aprovechas al máximo la luz natural y le das un sentido a estos espacios, que suelen ser demasiado pequeños para darles otros usos.
  • En un rincón o una zona de paso. Si no tienes nada de espacio disponible, recuerda que solo necesitas un pasillo un poco ancho o un rincón entre tabiques para poner un pequeño escritorio, un coqueto buró o unos estantes y una mesa de obra.

Puedes improvisar un escritorio con un tablero y unos caballetes o un mueble de oficio

Ocultar el desorden: ojos que no ven…

  • Estanterías cerradas. Las puertas ocultarán cualquier posible desorden. Puedes elegirlas cerradas en su totalidad o parcialmente. Te darán un respiro.
  • DIY. Si eres una manitas y tu estantería es abierta, puedes hacerles una funda de tela, cortinas…
  • Cajas y cestas. Son perfectas para guardar todos esos objetos que tienes desparramados por el escritorio o por los estantes. Elige cajas del mismo color o de estilo parecido, porque la uniformidad da sensación de orden.

Aprovecha las paredes colocando estanterías hasta el techo o poniendo estantes

Etiquetar y clasificar: así siempre encontrarás lo que buscas

  • Orden duradero. Etiquetar archivadores y cajas indicando lo que hay dentro te permitirá encontrar fácilmente lo que buscas, pero también volver a colocar las cosas en su sitio y mantener el espacio ordenado más tiempo.
  • Sistema personal. Elige el que mejor te funcione: poner una pequeña explicación fuera, pegar una foto, usar distintos colores...
  • No te compliques. Para que el sistema de clasificación funcione, debe ser sencillo porque, si no, no lo mantendrás mucho tiempo.

Las cajoneras con ruedas son muy útiles porque puedes moverlas de un lado a otro

Despejar el escritorio: trabajarás mejor

  • Menos es más. Deja sobre el escritorio solo lo imprescindible y lo que uses a menudo. Para determinar cuáles son esos objetos, ponlos todos en una caja, y ve sacando lo que necesites. Al cabo de una semana, lo que siga en la caja guárdalo en otro lugar.
  • Ventajas. Cuanto más despejada esté la mesa, menos te costará concentrarte y limpiar.
  • Mantenlo. Dedica 5 minutos a la semana para reordenar. Fija un día y una hora que te vaya bien y conviértelo en una costumbre.

Para ocultar los cables y cargadores, usa cajas específicas para ello

Material de escritorio

  • Clips y otros objetos pequeños. Guárdalos agrupados: todos los clips, los pósits, juntos… Si los guardas dentro de los cajones, recurre a los separadores. Si los dejas sobre la mesa, mete cada cosa en un bote pequeño y agrúpalos todos en una caja.
  • En la pared. Si la mesa está frente a una pared, puedes colgar en ella organizadores. Tendrás a mano el material sin ocupar sitio en la mesa ni los cajones.

Si no tienes mucho espacio, en lugar de una lámpara en la mesa recurre a una colgante

¿Qué hacer con el papeleo que he acumulado?

  • Tira viejos recibos y manuales. Siempre podrás pedir un duplicado y casi todos los puedes consultar por internet.
  • Escanea. Muchos documentos podrás escanearlos y tirar los originales.
  • Reduce el papeleo que recibes. Pide que te envíen los recibos y extractos del banco a través del email.
  • Aplica la lógica. Al ordenarlos, coloca los que más uses más a mano.
  • Temas en curso. Ten una caja sobre la mesa o un panel enfrente para colocar allí lo que tienes que hacer antes.
  • Archivadores y cajas. Los documentos más recientes guárdalos en archivadores accesibles, y los que apenas consultes, en cajas.