Se conocen tantos usos de los aceites esenciales como variedades y formas de aplicarlos, te resumimos nuestros preferidos:
Para dormir mejor: combina 3 gotas de aceite esencial de lavanda con 3 gotas de aceite esencial de naranja cerca de la cabecera de tu cama, ayuda a conciliar el sueño. Si estás resfriada o congestionada, añade 3 gotas de aceite esencial de eucalipto para respirar mejor.
Para aumentar la concentración: utiliza 3 gotas de aceite esencial de limón o romero en un difusor de aromas o en una gasa cerca de donde estés.
Para las picaduras de insectos: impregna un algodón con una gota de aceite esencial de árbol del té y aplícalo directamente (debes saber que la gran mayoría de los aceite esenciales no pueden aplicarse directamente sobre la piel, aplícalos siempre siguiendo las instrucciones).
Para disfrutar de un baño tonificante: añade aceites esenciales como el de romero o menta para enriquecer el agua de baño.
Para calmar la piel irritada después del sol: añade 40 gotas de aceite esencial de lavanda al aceite o crema para después de la ducha. Aplica esta mezcla sobre la piel mojada y seca suavemente con una toalla.
Para mejorar el acné ocasional: aplica una gotita de aceite esencial de árbol de té sobre el granito antes de acostarse. Ayuda a bajar la inflamación.
Para prevenir los contagios por hongos en gimnasios, piscinas y duchas: masajea bien tus pies con una mezcla de 10 ml de aceite de almendras dulces con 10 gotas de aceite esencial de árbol del té.