¿A quién no le molesta un cristal o una ventana sucia? ¡A mí me vuelven loca! Por eso, siempre tengo a mano el spray limpiacristales. Cada uno tiene sus manías y yo no es que sea una fan de la limpieza pero oye, me gusta ver los cristales transparentes y sin marcas de manos o dedos.
Así que imaginarás mi sorpresa al descubrir –en una de mis muchas andaduras por los mundos de Internet–, que el limpiacristales es un producto súper versátil que puede utilizarse de muchísimas formas. Sigue leyendo y descubre ocho cosas sorprendentes que puedes hacer con este producto, ¡y que nada tienen que ver con limpiar los cristales!