La vida de muchas mujeres siempre ha estado marcada por lo que se supone que debían hacer según iban cumpliendo años. Los 20 eran para estudiar y pasarlo bien, los 30 para formar una familia y los 40 para estabilizarse económica y laboralmente. Pero ¿y a los 50?
Midorexia y mujeres de más de 50
Parece que la sociedad establecía que llegadas a esa edad solo nos quedaba sentarnos a ver la vida desde la barrera, sin mojarnos demasiado. Debíamos vestir de forma discreta y recatada porque ya no estamos para andar enseñando nada, ir de viaje a lugares tranquilos, entregarnos a la práctica del Taichí y de vez en cuando tejer uno o dos jerséis para la familia.
Cada vez hay más mujeres que deciden romper esas cadenas y plantarle cara al sistema establecido reivindicando su libertad y su lugar en el mundo. A esas mujeres que no se conforman con camisas abotonadas hasta el cuello y visitas frecuentes al spa se las ha pasado a denominar midoréxicas. El término lo acuñó la periodista británica Shane Watson haciendo un juego de palabras con middle age (mediana edad) y la terminación que reciben los nombres de algunas enfermedades de tipo mental.
Pero esto no es una enfermedad ni un síndrome, al contrario, puede ser una de las mayores muestras de cordura hasta la fecha.
Un rasgo característico de este tipo de mujeres es su físico. Según esta teoría las mujeres con midorexia se cuidan mucho, entrenan para tener un cuerpo tonificado, se realizan tratamientos de belleza... pero corren el peligro, de obsesionarse con su físico. Algunos ejemplos de famosas que podrían dar el perfil son Robin Wright, Jennifer Lopez, Susan Sarandon o Demi Moore.
Las mujeres, tengan la edad que tengan, tienen todo el derecho a hacer lo que ellas quieran; a comportarse y vestirse como cuando tenían 25, a echarse un novio más joven, hacer un viaje de aventuras o lo que a ellas les plazca. Faltaría más.