Hasta no hace mucho se consideraba que nuestra capacidad para pensar en positivo venía determinada únicamente por la genética.
Esta creencia ha sido rechazada actualmente por la comunidad científica que, si bien reconoce que hay una predisposición genética, esta no es en ningún modo determinante. Al contrario, según parece, ser positivo responde más a un entrenamiento que a un don natural.
El poder de los pensamientos positivos
Las cosas que nos ocurren tienen una influencia más pasajera de lo que creemos. Los verdaderos moldeadores de nuestro bienestar son los pensamientos. Basta un simple ejercicio para demostrarlo. Rescata de tu memoria un episodio que te haya enojado y recréate en los detalles. Verás cómo al cabo de un rato te sientes mal. Haz lo contrario y piensa en una situación que te haya hecho feliz. Los resultados son totalmente opuestos. Cada vez que eliges ocupar tu mente en algo negativo estás transformando tu realidad. En tu mano está pintar la vida del color que más te guste.
El optimismo es una fuerza contagiosa.
Cuanto más positiva seas más atraerás a gente positiva
y más fácil te resultará mantener tu actitud
te están pasando muchas cosas buenas
Ahora mismo tienes muchos motivos por los que alegrarte, otra cosa es que sepas verlos. La costumbre vuelve invisible hasta los más grandes tesoros. Seguro que echas de menos algo que tuviste y perdiste. ¿Lo valorabas cuando lo tenías? Esa es una lección que todos deberíamos aprender.
- Ejercita el pensamiento positivo. Una manera de reconocer estas bondades diarias que nos pasan desapercibidas es hacer un ejercicio al final del día que consiste en reconocer tres cosas buenas que te hayan pasado. Puedes anotarlas diariamente en un diario.
LEY DE LA ATRACCIÓN, tú creas tu suerte
Según la Ley de la Atracción, una teoría de la que ya aparecen referencias en la cábala judía, funcionamos como un emisor de energía. Si las vibraciones que emitimos son negativas atraemos más negatividad, pero si son positivas el universo nos las devuelve aumentadas. Algunos lo llaman suerte.
ROMPE CON LAS DINÁMICAS NEGATIVAS
Cuando nos lamentamos emitimos en una frecuencia negativa, es como si le dijéramos al universo “estoy mal y quiero seguir estándolo”. Para atraer lo que deseamos debemos cambiar de signo. Algunas claves que te ayudarán son las siguientes:
- Agradece lo que tienes. La gratitud es una emoción que intensifica las vibraciones positivas. Cuando no agradecemos lo que tenemos es como si lo despreciáramos, alejándolo de nosotros.
- Rodéate de gente positiva. Seguro que has sentido alguna vez que perdías ánimo después de estar con una persona negativa. Eso ocurre porque las energías tienden a igualarse.
la vida no es un túnel, es una ventana
Un estudio realizado por la Universidad de Toronto (Canadá) demostró que los pensamientos negativos acortan la agudeza visual. Los positivos, en cambio, la amplían. Es como si los pesimistas vieran la vida a través de un túnel y los optimistas a través de una ventana. Cuanto más se persiste en cada actitud el túnel se vuelve más largo y el ventanal más amplio.
Puedes reeducar tu cerebro.
Es una herramienta en continua transformación,
programada para aprender
un cambio por dentro y por fuera
- Cuida tu cuerpo. Es una forma de mostrarte respeto. Además, procura llevar una alimentación equilibrada y hacer ejercicio regular, que te aportarán energía.
- Pisa fuerte. Caminar con seguridad o sentarse con la espalda erguida son gestos que nos transmiten autoconfianza y seguridad.
- Cuida tu entorno. Haz de tu hogar un lugar armónico y ordenado, con texturas agradables, colores suaves y llénalo de recuerdos que te reconforten.
Trucos que funcionan
- Márcate un propósito. Dirigir los pensamientos hacia un objetivo evita que nuestro cerebro se disperse . Comprométete con una meta y centra tus esfuerzos en ella.
- Superar el dolor. Ser positivo no significa ignorar el sufrimiento. Otra cosa es engancharse a él. Adopta una actitud resiliente. Vive la experiencia intentando sacar de ella una enseñanza. Una vez aprendida esta lección vital, ¿para qué seguir conviviendo con el dolor? Mira hacia delante.
- Sé paciente. Cambiar de forma de pensar no se consigue de un día para otro, lo importante es ser constante. Márcate un objetivo para cada día.