Con el inicio de año nos planteamos una lista -a menudo más larga de lo que podemos asumir- de propósitos para ir cumpliendo a lo largo del año. Siempre empezamos muy motivadas, pero el estrés y el ritmo frenético de la rutina hacen que nos vayamos olvidando poco a poco de esos propósitos. Pero no te preocupes, porque hoy te traemos la solución.
Como explica el doctor B. J. Fogg, profesor de Psicología en la Universidad de Stanford (EE. UU.) y autor de Hábitos mínimos. Pequeños cambios que lo transforman todo (Ed. Urano), si no hemos conseguido hacer realidad propósitos que siempre tenemos en mente se debe a que “hemos intentado cambiar en el pasado y no hemos visto resultados, y lo normal es que lleguemos a la conclusión de que cambiar es difícil o no está a nuestro alcance porque nos falta motivación”. Pero Fogg afirma que el problema no está en nosotras, sino en cómo enfocamos el cambio.
La fórmula del éxito es hacer cambios pequeños
En lugar de plantearte hacer deporte, plantéate andar un poco más cada mañana, haciendo el trayecto matinal a pie o bajando antes del bus o del metro. ¡Ya verás que fácil!
- Simplifica. Fogg asegura que debemos simplificar, concentrarnos en lo sencillo, lo que no nos cuesta demasiado... Hacer deporte suena a apuntarse al gimnasio, equiparse adecuadamente, sacar tiempo (mucho) de la agenda... Y da pereza. Pero andar un poco más cada mañana parece fácilmente asequible.
- El microcambio no tiene resistencia psicológica. Si te planteas metas muy grandes, tienes que luchar contra hábitos que están grabados a fuego en tu cerebro. Pero los cambios pequeñitos no son contemplados como una amenaza, por lo que van haciéndose un hueco y terminas incorporándolos a tu día a día.
¡Sigue leyendo para descubrir los 10 pequeños cambios que tienes que incorporar en tu día a día!