Esta es para personas con el corazón fuerte, porque si has leído otras novelas de Javier Castillo ya sabes que siempre nos tienen en un sinvivir. Y esta novela arranca muy muy fuerte. Nada menos que con la crucifixión de una joven de 15 años. Vale, todo puede pasar en Nueva York, pero esto… Además, una periodistas, Miren Tiggs, descubre que este crimen, cometido en el 2011 puede tener relación con el de otra joven cometido en 2002. Y a partir de aquí todo avanza como un tren sin frenos y nos sumerge en el mundo oscuro de una institución religiosa que… (ups, me muerdo la lengua que ya estoy hablando de más).
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