Se acerca la época navideña, y aunque este año las cosas van a ser algo diferentes, justamente por eso, no deberíamos perder ese espíritu de acercarnos a los nuestros, dedicarles un tiempo y pensar en un detalle bonito que refleje lo que nos importan.
Es verdad que a veces el regalo navideño se nos atraviesa y yo soy la primera a la que esa obligación de comprar algo porque toca me bloquea y se me hace cuesta arriba. Lo que mejor me funciona para desatascarme es centrarme en descubrir los gustos y preferencias de las personas con las convivo habitualmente, y tratar de encontrar aquellas pequeñas cosas que les agrada y les hace sentir bien. Desde ese punto de sorprender, de dar, siempre se disfruta mucho más y eso facilita la elección.
Y un regalo que puede ser un gran recurso es sin duda un buen libro. Es un regalo que siempre será bien recibido por aquellos que leen con regularidad, pero también por aquellas personas que no leen tanto, eso sí, tendremos que acertar con un tema que sea de su interés.