Ser feliz

Rafa Santandreu

Ser feliz

Soy psicólogo por la Universidad de Barcelona y me dedico al trabajo con pacientes, a la formación de profesionales de la salud y a la divulgación de la psicología dando conferencias. Soy autor de varios best sellers:“El arte de no amargarse la vida” , "Ser feliz en Alaska" o "Nada es tan terrible". Desde aquí, cada semana responderé a vuestras consultas. ¿Mi objetivo? Que podáis ser felices en cualquier situación, incluso contra viento y marea.Más información sobre mí.

A mi hijo le han diagnosticado TDAH, ¿qué puedo hacer?

En este artículo resuelvo algunas dudas sobre el TDAH, las características de una persona con este trastorno, tratamiento...

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Rafael Santandreu

Psicólogo y autor del libro "Sin Miedo".

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¿El TDAH es hereditario? A mi hijo se lo han diagnosticado y me han dicho que yo también podría serlo, ¿es posible? ¿Qué puedo hacer? No quiero que sea un niño diferente.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del que se ha hablado mucho últimamente y es porque cada vez se detecta más. Hablamos de un trastorno neurobiológico, es decir, hay una parte orgánica, del cerebro, que funciona de una forma particular. No es un niño diferente, sino que su cerebro gestiona la información de forma diferente. Sería como decir que alguien que habla alemán es diferente de otra persona: no lo es, solo se comunica en otro idioma. Esto es lo mismo.

Características de una persona con TDAH

Lo más característico del TDAH es la dificultad en mantener la atención, la hiperactividad y la impulsividad. Y estas tres cosas pueden verse fácilmente. Es importante diferenciarlo de un “niño movido”. Hay conductas que nos ayudarán a pensar en TDAH, pero es importante que siempre sea un buen profesional el que realice el diagnóstico.

Lo que suele observarse es que le cuesta muchísimo mantener la atención, es despistado, se mueve mucho, le cuesta concentrarse y seguir instrucciones, suele tener conflictos con adultos, interrumpe… Todas estas conductas normalmente ponen muy nerviosos a los adultos de alrededor y crean conflictos con otros niños que “se portan bien”. Algunos de estos comportamientos podrían ser también normales en una infancia corriente (¿qué niño se queda quieto 2 horas?), pero en el caso del TDAH esto es muy acentuado, muy intenso.

Ojo, ¡no es que sea un niño maleducado! Este es un error muy común, pensar que el niño es así porque no tiene unos padres lo bastante duros y que el niño les lleva por donde quiere. Esto no lo hace queriendo, es solo que no sabe manejarlo y normalmente recibe muchas regañinas y castigos por no ser como los demás.

¿Cómo ayudarle?

Lo mejor es conocer el trastorno, despejar mitos y saber cómo funciona. Si tú entiendes lo que pasa, será mucho más fácil que no te enfades y que puedas ayudarle a canalizar esa energía de forma adecuada. Por ejemplo, dándole tareas de poco tiempo de duración, una lista de actividades que sigan un orden bien visible para que pueda verla cuando se despiste…

Lo mejor es que tú lo tengas claro para no dar contraórdenes o ponerte nerviosa con su hiperactividad o impulsividad. El enfado no sirve porque es pasajero. Así que a mayor conocimiento, mejor manejo.

Hay un factor genético en el 80% de los casos, por eso es posible que tú también te reconozcas en algunas conductas, como despistes, perder cosas, dificultad de concentración...

El tratamiento

Muchos padres tienen miedo de dar medicación porque piensan que se enganchará, que le cambiará la personalidad o que tendrá que ser de por vida. Estos miedos son creencias irracionales, la medicación es un apoyo, no una droga.

El mejor tratamiento será el combinado: terapia cognitiva y psicoeducación de padres y profesores, y, si es necesario, medicación, siempre que haya un diagnóstico contrastado por más de un profesional. Es importante saber qué es y cómo funciona el TDAH para no castigar la personalidad del niño y entender qué pasa.

Con TDAH se puede ser feliz y llevar una vida totalmente plena. En cierto sentido, el TDAH es como otros problemas: aprender a convivir con ello y aceptarlo solo dará beneficios y ventajas.