Ser feliz

Rafa Santandreu

Ser feliz

Soy psicólogo por la Universidad de Barcelona y me dedico al trabajo con pacientes, a la formación de profesionales de la salud y a la divulgación de la psicología dando conferencias. Soy autor de varios best sellers:“El arte de no amargarse la vida” , "Ser feliz en Alaska" o "Nada es tan terrible". Desde aquí, cada semana responderé a vuestras consultas. ¿Mi objetivo? Que podáis ser felices en cualquier situación, incluso contra viento y marea.Más información sobre mí.

EL MIEDO A HACERSE MAYOR

Mujeres de más de 50 años y sus emociones

Hacerse mayor es un regalo, pero a partir de cierta edad muchas mujeres desarrollan un miedo (irracional) a cumplir años. Veamos qué causa esta fobia y cómo solucionarla.

Mujeres +50 y sus emociones
Nataliya Vaitkevich vía Pexels
rafael santandreu experto
Rafael Santandreu

Psicólogo y autor del libro "Sin Miedo".

Actualizado a

Hace unos días quedé para tomar algo con unos amigos. Fue un encuentro estupendo, nos reuníamos por el cumpleaños de Montse. Al llegar ella, todos la recibimos con besos y abrazos, y Montse, emocionada, decía “vaya semana he tenido, no sabía si reírme o llorar, todo el mundo diciéndome: ¿se acerca tu cumpleaños? Vas a cumplir ya... ¡50! ¡Por Dios! ¿Ya tan mayor? ¡¡¡No!!!”.

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Cumplir años es un regalo maravilloso que nos hace la vida

Pensé, mira, podíamos hablar de la estúpida fobia a cumplir años. ¡Quitémonos de la cabeza que cumplir años es malo! Cumplir años, hacerse mayor: ¡mola! ¡Por supuesto! Cuando estás bien a nivel mental, da igual tener 2 años que 92. Ya tenemos una edad, pero la edad es solo un número. Cualquier edad –número– es maravillosa y muy digna.

El encuentro de Montse fue precioso, estuvimos hablando de las cosas cotidianas y después la conversación se fue transformando en una charla más profunda, más real, que me llevó a pensar que, efectivamente, las edades son mentales.

Cuando no nos identificamos con el reflejo del espejo

Mi amiga Montse es una mujer extraordinaria, es trabajadora, activa, ha sacado adelante a su familia, ha crecido en la adversidad de la enfermedad y siempre la he visto como alguien a quien admirar. Por eso me sorprendió cuando dijo: “Rafael, yo es que a veces no me reconozco en el espejo, me siento con 20 años menos de los que el espejo me devuelve”. Pensé que eso era genial, pero ella y los demás lo vivían como un conflicto.“¿Por qué?”, pregunté sorprendido.

Cuanto mayor eres, más conoces los resortes de la alegría y aprecias las cosas hermosas.

¿De verdad crees que las emociones tienen edad?

Me explicaron con rubor que sentían que ya a esa edad no deberían sentir vergüenza al estar en bikini o emocionarse con algunas parejas o desear flirtear (¡¿parece que esas emociones tienen una edad?!) y que otras veces les aterraba la idea de envejecer. “Fíjate, Montse, –le dije– que la FELICIDAD no depende de la edad, sino de pensar correctamente, como nos enseña la psicología cognitiva”.

Yo tengo varios amigos que son mayores y son ¡maravillosos! Y tienen unas vidas fantásticas, geniales, trepidantes. Uno es el escritor Fernando Sánchez Dragó. Tiene más de 80 años y es alguien increíble, una persona con la que me lo paso muy bien, charlando, debatiendo, proyectando viajes... Estas personas tienen y tendrán vidas súper interesantes a cualquier edad.

¿Los cambios de la menopausia influyen?

Mi amiga Montse me preguntó sobre las hormonas y la menopausia. Le interesaba saber cómo veía desde fuera un hombre este proceso de cambio que a una cierta edad viven las mujeres. Le respondí lo que me pareció más sincero, algo que había vivido por ver a mi madre. Y es que la menopausia es una etapa y no una enfermedad, así que cuanto más naturalizada se viva, mejor.

Es como las arrugas, solo un signo de que nuestro cuerpo sigue adelante. Por lo tanto, el asunto de la edad depende solo de tu cabeza. Además, cuanto mayor, más sabio, más conoces los resortes de la alegría y aprecias las cosas hermosas.

Hay quienes se lamentan de que a los 60 ya no pueden hacer cosas que hacían a los 20. ¡¿Y qué?! ¿Quién necesita eso? La buena noticia es que hay 10.001 otras actividades que SÍ podemos hacer si dejamos de lamentarnos estúpidamente por cosas que no son esenciales y que, por cierto, ¡ya han expirado!

Eso es: yo ya no quiero tener la vida de un chaval de 20 años. ¡Eso ya lo hice y ahora quiero cambiar! Existen estudios que demuestran que la gente mayor es más feliz que la joven. Ya no compiten, no tienen complejos, aprecian más la dulzura de la vida y ¡no tienen que matarse a trabajar! ¡Qué bien!

Yo, cada año que pasa, soy más feliz. Y seré absolutamente feliz hasta que muera. ¡Viva la vida, la Naturaleza y todo lo que existe!

¿Cómo lo hago?

  1. Aprecia la vida y el hecho de que estás aquí.
  2. Sigue disfrutando, porque cada año más tiene cosas maravillosas.
  3. Aprovéchate de la sabiduría que has ido atesorando durante tus años.
  4. Emociónate tengas la edad que tengas, porque las emociones no tienen edad.
  5. No te limites, libérate de las barreras mentales.
  6. Haz planes.
  7. Relaciónate, sigue conociendo a gente nueva.