Mi madre acaba de jubilarse tras 42 años trabajando y pensábamos que tenía ganas y que estaría genial, pero la verdad es que está muy nerviosa y muy tristona. No entendemos qué le pasa, ¿no se supone que debería estar feliz? Ahora tiene más tiempo para hacer lo que quiera, ¿por qué le pasa esto?

Es un problema bastante más común de lo que se piensa o se habla. Muchas personas al jubilarse se encuentran que no saben bien cómo organizar su tiempo. Suelen ser personas que han estado muy volcadas en el trabajo y que para ellas es un valor muy importante. Les ha dado identidad mucho tiempo; es decir, se han definido a través de su trabajo. Por ejemplo, "soy Pepe y soy enfermero" o "soy Laura y soy abogada"…, y, claro, al dejar de trabajar, falta esa coletilla, como si fuera un apellido.

Además, el trabajo da un horario, una rutina y una sensación de sentirse útil. Al no tener esa estructura, esas personas se tambalean, como marinero sin capitán. Y eso estresa mucho.

Ahora es el momento de volver a coger el timón, de gestionar el tiempo diferente y, sobre todo, de definirse como alguien que puede hacer multitud de cosas valiosas para sí misma y para los demás. Es una oportunidad fantástica para hacer solo lo que te gusta y disfrutar plenamente. Ahora sus apellidos pueden ser: "soy Laura y pinto cuadros" o "soy Laura y juego con mis nietos muy a menudo"...

Leí una vez una frase que decía así: ¿cuánta vida te está costando tu sueldo? Me encantó porque es súper necesario hacer esta reflexión, recordar que nada es tan importante ni tan dramático, ¡que lo mas importante es amar a los demás!