Tengo una hija de 15 años que ha empezado con el rollo del adelgazamiento. Es un poco regordeta, pero muy poco. La pillé vomitando una comida el otro día en casa. Por ahora niega que tenga un problema, pero no me fío.

Haces muy bien en no fiarte. Más que nada porque el problema de la anorexia, una vez establecido, es muy difícil de tratar. Y ahora que la niña ha empezado con ello es el mejor momento para intervenir. Mi consejo es que la asustes bastante ahora. Muchas veces una intervención decidida es la mejor solución.

Busca por internet algún programa en el que se hable de la anorexia con pelos y señales, de forma directa y hasta cruda. Que muestre a mujeres demacradas, casos de muerte y todos los azotes de esta enfermedad.

Y, una vez lo tengas, haced un pase en casa con todos los miembros de la familia. Id deteniendo el vídeo a cada momento para comentarlo entre todos. Haz hincapié, una y otra vez, en que esas mujeres empezaron también tonteando con el vómito como maniobra de adelgazamiento, de la misma forma que ella. También pensaban que “lo podían controlar”, pero cuando se dieron cuenta, estaban poseídas por esa manía que es tan difícil de tratar y que tan desgraciadas hace a las personas que la padecen.

Ella te dirá que ese no es su caso y que no necesita ver el vídeo. Contraargumenta diciéndole que no lo haces por esa razón, sino para que tenga la información, por si un día la necesita.

Enfatiza que una persona normal no vomita nunca la comida para adelgazar. Que ese acto se lo tendría que prohibir absolutamente siempre. Tampoco tomar laxantes. La buena forma física solo tendrá que perseguirla mediante el deporte y la nutrición adecuada, pero no restrictiva.