
Soy una chica de 28 años, con novio, una buena familia, etc. Pero estoy muy confusa porque creo que me gusta una amiga que conozco desde hace unos meses. A mí me gustan los hombres. Con mi novio siempre hemos tenido una gran vida sexual. Pero me sorprendo a mí misma excitándome con imágenes de ella. Mi pregunta es ¿qué debería hacer?, ¿explorar ese camino?, ¿olvidarme de ello?
Existen evidencias de que más del 80% de las personas son heterosexuales, pero con capacidad para tener puntuales relaciones homosexuales. Esto se ha comprobado de muchas formas: en sociedades donde la homosexualidad no era tabú –como en la griega clásica–; en grupos de mujeres y hombres recluidos, etc.
Yo creo que probablemente descubrirás que tú formas parte de esa “normalidad” y nada más.
Con respecto a qué hacer: todo es posible. Tanto puedes olvidarte del tema, como lanzarte a la exploración de tu parte “homo”.
¿Sabes? El sexo no es tan importante, ni por activa ni por pasiva. La gente, a veces, se obsesiona por ello, y es absurdo porque se trata de un placer momentáneo. Y también hay quien lo rechaza como si fuese algo criminal o satánico.
Hacer el amor es la cosa más natural del mundo: como beber, correr, subir montañas y reír. Y todo está bien, siempre y cuando todos los implicados disfruten y lo integren con armonía en sus vidas.
Tú podrías perfectamente olvidarte del tema y circunscribirlo al ámbito de la “fantasía sexual”: gozar dándote placer a ti misma pensando en la actividad lésbica o compartir la fantasía con tu novio.
O podrías explorar tu capacidad de estar con una persona del mismo sexo y disfrutar de una cana al aire de vez en cuando. Eso sí, te recomiendo que entonces lo hables con tu novio y establezcáis una relación abierta en ese sentido.
Ambas opciones son racionales. Muchas personas prefieren dejarlo en “fantasía” por una cuestión práctica, y quizá esa sea la mejor opción, sobre todo si estamos en pareja.