Por Elsa Jiménez |
5 de agosto de 2018, 20:00
1. Confundir amor con deseo
Pensabas que era el amor de tu vida, pero con el tiempo solo te queda el recuerdo de su cuerpo. Esa es una experiencia que muchas hemos podido experimentar y de la que hemos extraído lecciones.
2. Sexo en lugares prohibidos
Una zona pública, un vestidor… Es una sensación adrenalítica, excitante y que puede ponerte a mil… aunque sea imaginándolo.
3. Sexo bajo el agua
En el baño, el jacuzzi… Tiene su qué. El agua elimina la lubricación natural de la vagina y la penetración puede doler. Y el condón en agua clorada se daña. En cambio, los cuerpos casi no pesan y es más fácil adoptar ciertas posturas.
4. Usar el condón femenino
Nunca sobra saber cómo hacerlo. Es tan poco común que a veces cuesta conseguirlo, pero casi ni se siente y te permite hacerte responsable de tu salud. Ese es el poder femenino.
5. Tener un multiorgasmo
Lo he repetido mil veces. Todo está en el poder de conocerte a fondo, principalmente tus órganos sexuales, para saber tus disparadores y así poder dirigir y potenciar tus sensaciones y capacidad orgásmica.
6. Acabar con el corazón roto
Sí, es parte de crecer y evolucionar. En ocasiones aprendemos más de nosotras mismas cuando estamos en momentos dolorosos o límite que cuando todo nos viene perfecto. Si no lo has vivido, por favor, no busques que te suceda.
7. Irte de finde sexy
Una escapada a un motel dedicada exclusivamente a amaros sin descanso, comer de lujo, tomarte unas copas y entregarte a la experiencia de tener tanto sexo como el cuerpo aguante.
8. Acostarte con el "inadecuado"
Algo te decía "¡Niña!, ¡ese no!", pero tu alma (o tu calentura) pudo llevarte hasta sus brazos. Aprendiste que debes hacer caso a tu intuición y no exponerte a riesgos.
9. El amor de tu vida
Encontrar a alguien que es tu clic perfecto en la cama, y tu compañero ideal. Si ahora no lo tienes, recuerda a Amalia Andrade cuando dice: “Uno siempre cambia al amor de su vida
por otro amor, o por otra vida”.
+ ¡Sal de debajo de las sábanas!