La ruta más cool en Menorca esta temporada

Playas de arena blanca, calas recónditas, aguas cristalinas, rincones vírgenes y puestas de sol memorables, convierten a Menorca en uno de los destinos más deseados para disfrutar de un viaje único. Especialmente si vas buscando unos días de tranquilidad y relax; o el placer de despertarte cada mañana sin prisas ni estrés.

Las paradas imprescindibles

Hay enclaves únicos, muy reconocidos, que merecen una visita obligada. Como Macarella y Macallereta, dos de las calas más legendarias de todo el Mediterráneo, con ese color esmeralda de sus aguas que muchos comparan con el mar caribeño. Las panorámicas son increíbles y la zona, rodeada de pinares, es muy auténtica. Estas calas son de difícil acceso, pero resultan íntimas e inolvidables. Si os gustan el senderismo y los parajes agrestes, debéis llegar caminando porque merece mucho la pena. Turqueta es otra cala de aguas turquesas que nunca defrauda. Pero si vas buscando animación, hoteles y restaurantes dirígete a Cala Galdana; allí no te prives de tomar un café en El Mirador porque ofrece unas panorámicas fabulosas. Cala en Porter es uno de los rincones más bellos. Además, desde allí se puede ir caminando a Cova de'n Xoroi: si es tu primera vez en Menorca no te lo puedes perder porque se trata de una cueva situada en un acantilado que cuenta con diversas terrazas y miradores a distintas alturas. Si te apasiona la gastronomía acércate hasta Cala Font, un pintoresco enclave de pescadores repleto de restaurantes cerca del agua. Un consejo para foodies: tienes que comer o cenar en Sa Pedrera d’es Pujol, el mejor restaurante de la isla, célebre por su tradición payesa y las excelentes materias primas locales que sirve.

Otra de las áreas que hay que conocer es la que se ubica entre Cap de Cavalleria, el punto más septentrional de la isla -donde se encuentra, además, el famoso faro-, hasta la Vall, con su playa de arena blanca ya cercana a Ciudadela, siempre animada con su casco histórico, tiendas, restaurantes y terrazas.

Y atención porque, aunque Menorca es más conocida por el mar y por su esencia mediterránea, también tiene magia tras el atardecer. La isla está reconocida como Destino y Reserva Starlight y con la llegada de la noche su cielo se cubre de estrellas, creando estampas de postal. Desde cualquier punto se puede observar el cielo nocturno plagado de estrellas porque el firmamento menorquín es de los mejores de España. Pero, ¿dónde comer, cenar, dormir o tomar una copa? Apunta estas recomendaciones que van a convertir tu escapada en una de las mejores del año.

El alojamiento más chic

En el suroeste de la isla se erige un refugio azul y blanco donde calidad, gastronomía y sostenibilidad se fusionan para ofrecer una experiencia muy especial. Se trata de Lago Resort Menorca. Está compuesto por cuatro alojamientos, Suites del Lago Eco, Casas del Lago, Villas del Lago y Bungalows del Lago; es decir, ofrece opciones diseñadas para cada tipo de viajero. Mis favoritas para un viaje en pareja o con amigas son las Suites del Lago (solo para adultos) porque ofrecen una atmósfera idónea para la relajación y la plena conexión con el entorno natural que las rodea.

Además, su decoración natural y eco-friendly con toques locales es ideal. Ponen a tu disposición múltiples posibilidades para descubrir la isla y su cultura; entre las opciones más destacadas se encuentran las travesías en barco por la costa sur para aquellos que suspiran por jornadas marinas y perderse por rincones paradisíacos. El capitán de la embarcación suele ser el encargado de planificar el trayecto perfecto en función de las condiciones del mar ese día. También hay excursiones a caballo o un jeep safari para adentrarse en la naturaleza.

Otro de sus puntos fuertes es la brutal oferta gastronómica disponible, amplia, diversa y de calidad: tienen más de veinte restaurantes y bares donde disfrutar de la cocina autóctona sin dejar de lado las mejores referencias internacionales, todo ello dirigido por chefs de prestigio. Entre los imprescindibles, elige Godai un restaurante precioso que propone una fusión japo-menorquina donde la esencia culinaria y los contrastes de buenas materias primas consiguen enamorar al comensal. Distinguido con una Estrella Michelin, Julián Mármol es el chef responsable. Pero atención a Kaypa con su propuesta de cocina peruana que llega de la mano de Omar Malpartida: resulta una propuesta espectacular para una cena de altura, con bocados y creaciones que sorprenden a la vista y al paladar. 

Comer frente al mar

Durante tu estancia en la isla una de las cosas más apetecibles es disfrutar de un arrocito, unas gambas rojas y un buen vino blanco en un ambiente con estilo marinero; por supuesto, contemplando el Mare Nostrum frente a nuestros ojos. Por eso puedes hacer una parada al mediodía en el restaurante Aquarium, con una carta que da protagonismos a los arroces, los excelentes pescados y mariscos del día y a los productos locales. Con vistas al puerto de La Ciutadella, aquí se respira tranquilidad y sencillez para disfrutar de una experiencia gastronómica de altura.

Atardecer con vistas

¿A quién no le gusta maravillarse con un ocaso multicolor frente al horizonte? Para hacerlo posible tienes que visitar Faro Artrutx cuando comienza a caer el astro rey. Su privilegiada ubicación (al suroeste de la costa menorquina) crea un marco incomparable para disfrutar de las mejores puestas de sol. Es un lugar especial para saborear un cóctel y contemplar las tonalidades del ocaso. Pero también puedes empezar aquí el día con su famoso brunch de fin de semana o despedirlo con una propuesta gastronómica que rinde homenaje al mar y a las delicias locales. ¿Un consejo? No te pierdas Artrutx las noches de luna llena porque vas a vislumbrar un cielo espectacular, acompañada de música en vivo, gastronomía y diversión. 

El beach club definitivo

Si lo que realmente te apetece es un día de piscina y glamour junto al mar, Arena Beach es tu sitio. Un club de playa solo para adultos que ofrece buena animación en directo con los mejores DJ´s isleños e internacionales, una amplia piscina con playa artificial y camas balinesas para disfrutar de cócteles de autor o una botella de champán en el espacio de Möet & Chandon. Si quieres vivir la experiencia al completo, reserva uno de sus masajes relajantes al aire libre. Y no te pierdas una comida en su restaurante Thai Garden, que ofrece los mejores sabores del sudeste asiático, desde los platos de la comida callejera hasta las recetas más picantes y exclusivas. Y todo ello con vistas a la marina. ¡Un verdadero lujo!