Ya lo has visto, una mala postura de la cabeza y el cuello asociada al uso de tus dispositivos móviles podría ser el responsable de una serie de síntomas que se unifican bajo el síndrome del cuello roto. A continuación vamos a repasar sus síntomas, posibles consecuencias y un breve resumen de cómo prevenir su aparición.
Síntomas del síndrome del cuello roto
- Dolor muscular. Principalmente en la zona del cuello y, en muchas ocasiones, también en la zona de los hombros.
- Dolor de espalda. Cada vez se manifiesta en más personas y su origen está en el peso extra que tiene que soportar la columna cervical cuando llevamos la cabeza hacia abajo.
- Dolor de cabeza. Las cefaleas son muy comunes, no solo por la mala postura al utilizar los dispositivos móviles sino también por su uso prolongado y la distancia a la que los consultamos.
Posibles consecuencias del síndrome del cuello roto
¿Qué puede pasarte si no prestas atención a tu postura?
- Dolor crónico. El dolor de espalda puede volverse crónico y la alteración de las vértebras derivar en hernias, etc.
- Artritis. Este síndrome está haciendo que esta dolencia aparezca cada vez a edades más tempranas.
- Problemas respiratorios. La mala alineación de la columna disminuye la capacidad pulmonar.
Cómo prevenir el síndrome del cuello roto
Tal y como te hemos detallado en nuestra galería, existen una serie de consejos sencillos que puedes adoptar día a día para prevenir este síndrome que afecta, principalmente, a los más jóvenes:
- No llevar la cabeza hacia abajo para mirar el dispositivo móvil. Evita por todos los medios doblar el cuello.
- El objeto de tu atención debe estar siempre a la altura de tus ojos, ya sea un smartphone, una tablet o el propio ordenador.
- Pon la tecnología a tu servicio: existen adaptadores para poner tus dispositivos al nivel de los ojos y también existe la opción de proyectar el contenido de tus gadgets en pantallas más grandes.
- Practica ejercicios para relajar las cervicales a diario. Solo te llevará unos minutos y estarás favoreciendo a que tu musculatura no soporte más tensión de la necesaria.
- Trabaja el core con ejercicios que fortalezcan especialmente dicha zona ya que ayuda a tu cuerpo a aguantar el peso de la cabeza.
- Práctica yoga ya que, entre sus numerosos beneficios, también ayuda a trabajar tu postura.