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Actúa rápido
Las quemaduras en la piel aparecen cuando el grado de exposición al sol supera la capacidad de la melanina para proteger tu piel. Recuerda que no hay un bronceado saludable y que la quemadura solar aumenta el riesgo de melanoma. Te contamos cómo curarla.
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¿Te quema la piel?
La quemadura solar aparece al cabo de unas horas de haber tomado el sol. Si está caliente y te duele si la tocas, probablemente te has quemado.
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Enfríala
Aplica agua o compresas frías rápidamente para aliviar la quemazón.
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Ponte aftersun
Aplícalo si la quemadura no es grave, porque alivia y ayuda a regenerar la piel.
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Si aparecen ampollas...
Protégelas. Pueden aparecer incluso uno o dos días después de la quemadura. Eso indica que esta ha sido grave. Cúbrelas con gasa para evitar que se rompan y puedan infectarse.
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Ve al médico
Dependiendo de la gravedad de la quemadura, te dará una crema u otra y puede incluso recetarte algún medicamento por vía oral.
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Cualquier crema NO vale
Ponerte cremas con benzocaína o licocaína puede empeorar la situación, lo mismo que usar vaselina, aceite o mantequilla, así como productos con una base oleosa.
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No lo dejes pasar
Seguir exponiéndote al sol cuando te has quemado y no tratar la quemadura si es grave, puede tener consecuencias indeseables.
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Tratarte con cremas
Las cremas con vitaminas C y E pueden ayudar a limitar el daño a las células de la piel.
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Reposa tu piel y evita el sol
No vuelvas a exponerte al sol hasta que se haya curado completamente la piel.
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La mejor cura: la protección
Recuerda ponerte siempre la crema protectora mínimo una hora antes de la exposición solar. Aplica una cantidad abundante para cubrir por completo la piel expuesta y no olvides volver a aplicarla cada dos horas. Si ya te has curado de las quemaduras de sol, antes de ir otra vez a la playa, asegúrate de que han pasado varios días para que a la piel le haya dado tiempo de reposar y regenerarse. No olvides usar un protector solar 50+SPF.
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Ponte una pamela bien grande
Una solución estilosa es usar un sombrero grande, tipo pamela, para una protección extra ante al sol. También, la ropa de colores claros es más eficiente para reflejarlo.
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Horas de menor riesgo
Si vuelves a ir a la playa, evita las horas de máxima radiación solar (de 12 a 16 h).
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Remedios naturales
Existen curas más caseras, si no tienes ninguna farmacia cerca. Usar yogur en un primer momento sirve para aliviar y refrescar la zona afectada. El vinagre en paños también tiene propiedades antisépticas que pueden ayudar a calmar la piel.
Protegernos de la exposición solar es algo que debemos hacer durante todo el año utilizando una buena crema solar pero en verano, con las largas jornadas de playa y la fuerte radiación del sol, cuidarnos la piel es aún más imprescindible e incluso se convierte en una cuestión de salud. Si ya te has quemado, es importante que cures bien esta lesión de la piel para que sea lo menos dolorosa posible y para que no ponga tu salud en riesgo.
¿Cuándo aparecen las quemaduras?
Las quemaduras en la piel aparecen cuando el grado de exposición al sol o a una fuente de luz ultravioleta excede la capacidad de la melanina para proteger la piel. Una quemadura solar en una persona con piel muy clara puede darse con tan solo 15 minutos de exposición al sol del mediodía, mientras que una persona con piel oscura puede tolerar la misma exposición más tiempo.
Recuerda que no hay un bronceado saludable y que la exposición al sol sin protección causa envejecimiento prematuro y aumenta el riesgo de melanoma, además de que puede provocar quemaduras de primer y segundo grado. ¡Nunca olvides tu protector solar!
Personas con más riesgo
Todas las personas tienen riesgo de padecer una quemadura solar, pero los bebés y los niños son especialmente sensibles a los efectos del sol, por lo que hay que protegerles con mucha más atención. Las personas de piel clara también tienen mayor probabilidad de sufrir una quemadura solar. Pero incluso la piel oscura y negra se puede quemar y debe protegerse.
Recuerda que los rayos del sol son más fuertes entra las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, por lo que son las horas más peligrosas para exponerse. Si puedes evítalas, si no, procura ponerte abundante protección solar de un factor alto (+50SPF) y repite la aplicación cada dos horas. No olvides que el reflejo del agua o la arena puede intensificar los rayos solares que causan quemaduras.