Cuando llega la primavera, los días se alargan, disfrutamos de más horas de sol y de temperaturas más agradables y, sin embargo, a muchas personas les invade una sensación de fatiga, de apatía, tristeza o irritabilidad. Es la astenia primaveral. Vamos a ver por qué se produce y cómo podemos tratarla.
¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia es un trastorno adaptativo temporal, no es en ningún caso una enfermedad. El cambio de temperatura, de hora o la disminución de horas de sol obligan a tu cuerpo a seguir un proceso de adaptación en el que tus niveles de la hormona encargada de regular tus patrones de sueño y de la felicidad. Por eso se suele producir en primavera, que es cuando los días se alargan y las temperaturas suben, aunque también puede darse en otoño.
¿A quién afecta la astenia primaveral?
Especialmente a mujeres de entre 20 y 50 años, aunque se desconocen las causas de por qué afecta más a unos individuos que a otros.
Síntomas de la astenia primaveral
Puede que te sientas más cansada, apática, que sufras insomnio, que te cueste mucho más concentrarte o que tengas el ánimo alterado.
¿Cuánto dura la astenia primaveral?
La sensación de apatía y cansancio debería desaparecer en cuanto nuestro organismo se vaya adaptando a la nueva estación, unas dos semanas. Si los síntomas se acentúan o perduran durante meses debemos acudir al especialista para descartar otros trastornos más serios como astenia crónica, anemia, hipotiroidismo o una depresión incipiente.
Tratamiento de la astenia primaveral
La astenia primaveral se combate haciendo pequeños cambios en nuestra rutina, no con medicamentos.
1. Tomar el sol
Necesitas tomar el sol durante 30 minutos en esta época para aumentar tus niveles de vitamina D. Esta vitamina ayuda a que tu cuerpo se adapte más fácilmente al cambio de estación. No hace falta que vayas a la playa; ir caminando a trabajar o sentarte un rato en un banco a leer son buenas opciones para disfrutar del sol.
2. Duerme 8 horas
Márcate una hora para irte a dormir y para levantarte que te permita descansar de 7 a 8 horas. Reducirás el cansancio que llevas a cuestas.
3. Practicar ejercicio
Corre, monta en bici o pasea. Te sentirás mucho mejor, especialmente si lo haces al aire libre. Cuanto más ejercicio hagas, más motivada te sentirás. De todos modos, no quieras comerte el mundo en un día. Puedes empezar con las rutinas de ejercicios de Eri Sakamoto.
4. Meditar para relajarse
Dedica unos minutos al día a alguna técnica de relajación. El yoga puede ayudarte mucho o iniciarte en la práctica de mindfulness e incorporarla en las actividades de tu día a día. Te encantarán estos ejercicios de mindfulness.
5. Comer verduras, legumbres y cereales integrales
Nuestro cuerpo necesita menos calorías, pues ya no debe hacer frente al frío, y precisa más sales minerales, pues las perdemos más fácilmente a causa del calor. Es el momento de aprovechar las frutas y verduras de temporada, y mejor si las tomamos crudas, evitando que los nutrientes se pierdan en el proceso de cocción. Te irá muy bien seguir este menú semanal saludable.
Otros aliados son las legumbres y los cereales integrales, ricos en vitaminas del grupo B, de efecto antifatiga y potenciadores de la producción de serotonina, un neurotransmisor que incide en el estado de ánimo. Si necesitas un aporte extra de energía apuesta por los frutos secos, un complemento ideal para las ensaladas. Evita las bebidas excitantes porque intentar combatir el cansancio a base de cafés acaba resultando contraproducente.
6. Pasárselo bien
La risa nos permite mejorar el estado de ánimo casi automáticamente. Y lo curioso es que el proceso también funciona a la inversa, cuando sonreímos es más fácil que algo nos produzca risa. Así que ya sabes: queda con amigas y pégate unas carcajadas.
Astenia primaveral: remedios naturales
- Jalea real. Da energía y mejora tu memoria, aunque, cuidado, en exceso puede provocar cefaleas o hipertensión.
- Maca andina. También aumenta tus niveles de energía, mejora el rendimiento físico y mental y además, estimula el deseo sexual.
- Espirulina. Combate la fatiga y ayuda a concentrarse –no la tomes si tienes alteraciones en la tiroides o en el riñón–.
- Ginseng. Tomar de 1 a 2 g al día también ayuda estar menos cansada por estrés.
¿Tomar vitaminas para la astenia primaveral?
En un intento de aliviar los síntomas de la astenia primaveral recurrimos a la solución fácil de tomar complementos vitamínicos, cuando solo deberíamos hacerlo en casos puntuales y siempre con prescripción del especialista. Limitarnos a su consumo como solución no solo puede resultar ineficaz, sino que corremos el riesgo de sobrecargar nuestro organismo.
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