carga mental femenina

Samanta Villar: "Lo de superwoman es una estafa como la copa de un pino"

Hablamos con la periodista Samanta Villar sobre la carga mental, un síndrome que afecta a más del 70% de las mujeres.

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Laura Pérez Llorca

Directora Digital de CLARA.

Actualizado a

¿Haces listas mentales de todas tus tareas? Cuando tu pareja hace una tarea, ¿tú vas detrás? ¿Tu pareja pronuncia a menudo la frase: “¡no me lo habías pedido!”? ¿No recuerdas la última vez que te sentaste sin hacer nada? Si te sientes identificada, puede que tengas el síndrome de la carga mental femenina. Tranquila, no estás sola, según un estudio de P&G lo sufren el 71% de las mujeres en España.

La periodista Samanta Villar acaba de publicar el libro La carga mental femenina. O por qué las mujeres continúan al mando del hogar a coste cero con Sara Brun. ¿Y qué es la carga mental? Es el acto de estar pendiente de todo, de ser la responsable final de lo que pasa en tu casa. Es tener el cerebro constantemente ocupado en que no se te olvide nada. Sigue leyendo porque vamos a explicar cómo combatirla.

Hablamos con Samanta de carga mental, maternidad, conciliación y sororidad. Poca cosa.

¿Qué has hecho tú para aliviar tu carga mental?

La clave es la corresponsabilidad, hablar con tu pareja y compartir la carga. Hay que decir: “necesito que te hagas tú responsable de esto, desde hoy y para siempre, no me pidas permiso, toma tú las decisiones”. Por ejemplo, si se encarga de la compra, es su responsabilidad que haya de todo cuando se necesite.

Por suerte, mi pareja y yo nos dimos cuenta de que éramos muy corresponsables. El problema es que los dos queríamos mandar en todas las decisiones respecto a los niños. Hemos tenido que dar un paso al lado para poder entendernos bien.

Para aliviar la carga mental hay que decir qué necesitamos, sentarse, hablar y negociar. Pero no puede ser que ellos se sienten a esperar a que les digamos qué hacer.

¿Cómo has aprendido a ceder con tu pareja?

No te queda otra que aprender, hay que ser más humilde. Las mujeres nos cargamos de responsabilidades en parte porque nos da el poder. Si lo que queremos es descansar y tomarnos un respiro tenemos que delegar. Es lo que hace una buena jefa: delega y acepta que el trabajo no está hecho como exactamente ella quiere, pero está hecho. Al final es ir negociando, cediendo y planificando con la pareja, estableciendo mínimos.

¿Te habías imaginado a ti misma siendo madre antes de ser madre? ¿Se ha parecido?

No, no me imaginaba nada. Cuando llegan los hijos aparece una faceta nueva tanto del hombre como de la mujer. Por eso muchas parejas se separan el primer año, porque empiezan ver cosas que no les gustan. Además, el primer año de maternidad es muy duro. Se requiere mucha flexibilidad, tolerancia y humildad.

La maternidad es un momento de autocontrol muy salvaje, porque tu impulso es imponer tus decisiones a las del padre. Pero tienes que pensar que él quiere lo mejor para tus hijos, igual que tú.

"Las mujeres nos cargamos de responsabilidades porque nos da el poder"

Si tuvieras otro hijo o hija, ¿harías algo diferente?

Sí, dormiría más. He descubierto que eso es básico. Si yo no duermo, no puedo comportarme como yo quiero comportarme, saco la peor versión de mí. Me pongo súper borde, porque estoy cansada, más triste, lo veo todo negro, soy más pesimista…

Volvería a dar el pecho durante los 3 primeros meses, pero me dedicaría solamente a dar el pecho y a dormir. Te consciencias de que son 3 meses malos y de que luego empieza a mejorar un poco. Hacer un retiro del mundo para estar por el bebé y por mí, y que todos los demás hagan el resto.

Es muy positivo que las mujeres empiecen a hablar de lo malo del posparto. En su momento fue un escándalo cuando lo dije, pero abrió la veda. Parece que cada vez que hay más mujeres que son sinceras. Alguien nos tendría que avisar de que no puedes descansar cuando eres mamá.

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¿Cómo sería para ti el ideal de conciliación?

A las empresas les tendría que preocupar la familia de los trabajadores. Se tendrían que sentar contigo y decir: ¿qué necesitas tú? ¿qué necesitamos nosotros como empresa? Un horario más flexible, quizás. La empresa debería decir a las mujeres: vamos a hablar de cómo lo hacemos para que podáis seguir trabajando y no os volváis locas.

Imagínate que hubiera comunicación entre las empresas de las respectivas parejas y se llegara a un acuerdo del tipo: tú podrás salir antes los lunes y los miércoles, y tú, los martes y los jueves. Así se repartiría la carga entre las empresas. Hace falta más creatividad y flexibilidad.

La familia es crucial para la sociedad. Sin familia no hay natalidad. El capitalismo se sostiene sobre las familias. A lo mejor la empresa lo tiene que entender con legislación, pero lo idóneo sería que no.

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¿Hay carga mental sin hijos?

​Es mucho menor. Sin hijos tienes muchas más horas para ti. Es distinto, aunque las tareas se repartan más o menos. Es una carga que genera menos estrés. Con los hijos parece que si tú no estás pendiente, todo falla. Que eso es un mito, parece que si tú no estás pendiente, nadie está pendiente. Y no es verdad.

"El cartel de superwoman es una estafa como la copa de un pino"

¿Cómo afrontamos el mito de la superwoman? Ser la mejor madre, la mejor profesional, la mejor pareja, cuidarse, estar al día culturalmente…

Lo de la superwoman es el engaño mayor al que nos hemos dejado someter. El cartel de superwoman es una estafa como la copa de un pino. ¿Sabes lo que es? Es darte una palmadita en la espalda para que sigas desquiciada, te dan el premio social de “uau, qué buena madre, qué buena profesional”, para que vayas al límite. Nos han tomado el pelo. Ya te doy yo a ti el cartelito de superman. Es un timo. Pero, ¿cómo somos tan tontas? Simplemente por el refuerzo positivo, nos quedamos con toda la carga y el estrés.

Soy una mujer mundana, normal y corriente. Soy imperfecta. Si no llego a todo no pasa nada, no me voy a agobiar, porque lo normal es no hacerlo bien todo, no llegar a todo. No pasa nada: vivo mejor y soy más feliz. Hay que reivindicar que somos humanas, no superwomans.

Nos engañamos a nosotras mismas, estamos todas medio pochas, medio tristes, agobiadas, quejándonos, es que mi marido no me ayuda, no llego a todo…

No me pongas carteles y dame soluciones. ¿Cómo voy a ir a yoga por las mañanas si no he dormido? ¿Estamos chaladas?

Hay que empezar a reivindicar que somos falibles, no infalibles. Lo guay es ser imperfecta, saber decir no, tener mi espacio para mí… Soy humana.

La carga mental tiene muchas ramificaciones, por ejemplo, el mom shaming. ¿Cómo actuamos ante madres que critican a otras madres?

No las escucho, las ignoro. Hay mom shaming pero es que hay shaming de todo. La gente opina con una libertad y con una alegría… Hay que tener una personalidad fuerte, saber lo que quieres y ser asertiva. Ignorar a los shamers. Hay que dar ejemplo con el respeto, si yo respeto las posiciones de los demás, respeta tú las mías. Además, la gente suele responder con la misma actitud. Hay que actuar con paz, dulzura y tranquilidad.

Estoy a punto de dejar Twitter, no tengo por qué estar perdiendo el tiempo… ¿Yo voy a estar atendiendo a las tonterías que dice la gente en Facebook? Qué pérdida de tiempo.

Hay que pasar de las mom shamers y de su p*** madre.

¿Crees que el papel de madre salvadora sacrificada va a ir desapareciendo?

Va a haber más corresponsabilidad. Hay un movimiento feminista que está calando mucho entre la gente joven… Las que tienen ahora 20 años tienen una consciencia del papel de la mujer en la sociedad muy diferente al de hace unos años, cuando ni siquiera se hablaba del tema. Además, entre los hombres hay un grito ahogado de querer estar más presentes en la crianza de sus hijos. Porque socialmente todavía está mal visto. Si un hombre llega tarde o sale antes del trabajo porque tiene que recoger a su hijo de la escuela, antes o después alguien le va a decir: ¿que no puede su mujer? También se ven juzgados por estar más presentes en la vida de sus hijos. Es una oportunidad muy bonita para cambiar la situación.

"La sororidad es muy importante: nos tenemos que apoyar entre las que estamos en la mierda"

Cuando explicamos la carga mental y alguien dice: “qué exageradas sois”. ¿Qué respondemos?

Qué atrevida es la ignorancia. Seamos prácticas, hazte corresponsable de todo y luego veamos si yo era exagerada o no. Asume tú las reuniones de cole, la matrícula, los cumpleaños… Hazlo tú. No perdamos el tiempo en argumentar.

¿Y ante un… “¡has hecho esto porque querías!”?

Eso es muy injusto. Es no entender la complejidad de la vida. Cómo no me voy a quejar si voy al límite. Empatía. Hay que ser empático. Eso es lo que hay que responder: te falta empatía.

La sororidad es muy importante: nos tenemos que apoyar entre las que estamos al límite, en la mierda. Si alguien no lo entiende, que se aparte de nuestro camino. Hagamos nuestras redes para ayudarnos en lo que necesitemos.

"Alguien nos tendría que avisar de que no puedes descansar cuando eres madre"

El estado o la sociedad, ¿tiene alguna responsabilidad para aliviar la carga mental?

Sí. Está muy bien que se equipare la baja maternal con la paternal, pero falta política de empresa. Todas las empresas tienen que entender que hay que dialogar para favorecer a las familias. Los sindicatos tienen que tener una perspectiva de género y de cuidados también. Reclamar para hombres y mujeres.

Muchos hombres tienen que entender que tienen que asumir nuevas responsabilidades y muchas mujeres entender que tienen que delegar. La revolución es total. No tengo duda de que se va a hacer porque no es productivo tener a la mitad de la población, las mujeres, desquiciada. Ahora es un buen momento político para lograr ese cambio, fíjate la evolución en pocos años de la baja paternal. Soy optimista, estamos yendo a mejor pero no se puede ir a peor, no hay que perder pistón.

Como gobierne Vox nos podemos olvidar de todo esto. Estamos en un momento súper peligroso, creo que todavía no se ha tomado consciencia. Es peligroso para toda la conquista de los derechos en general, no solo de las mujeres.