¿conoces el edadismo?

Carl Honoré: "Cuando envejecemos nos importa menos lo que piensen los demás"

¿Por qué nos gusta tan poco cumplir años si eso quiere decir que estamos vivas? Entrevistamos a Carl Honoré, autor del libro 'Elogio de la experiencia'.

Directora Digital de CLARA.

Actualizado a02 de octubre de 2019, 14:40

¿Te has quitado la edad de Facebook? ¿Al ver a una mujer con falda corta has pensado "pero dónde va, si es muy mayor"? ¿O has dicho la frase: "de joven debió de ser muy guapa"? Son ejemplos del edadismo. ¿Y qué es eso del edadismo? Es una forma poco conocida de discriminación, reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud), que consiste en discriminar a personas por motivos de edad. Estamos muy habituadas al machismo o al racismo, pero el edadismo también es una problemática que nos afecta a todos de una manera u otra. De hecho, cerca de un 30% de las personas de más de 45 años en nuestro país afirman haber sufrido discriminación por su edad, según el Instituto Nacional de Estadística.

El edadismo tiene muchas manifestaciones, desde pequeñas cosas como las que hemos dicho antes hasta algunas mucho más graves... ¿Quién no conoce a alguien al que han echado de su trabajo con más de 40 y ha tenido muchos problemas para encontrar un nuevo empleo?

De todo esto y del miedo a envejecer habla Carl Honoré en su nuevo libro Elogio de la experiencia. Cómo sacar partido de nuestras vidas más longevas (RBA Libros). Hacerse mayor no está bien visto, ni por la sociedad ni por nosotras mismas. Pero ha llegado el momento de desterrar absurdas creencias y empezar a disfrutar de cada etapa vital con el mismo entusiasmo que si tuviéramos 20 años. ¿Te unes a nosotras?

Pregunta: ¿Por qué nos aterra envejecer?

Respuesta: Dejando de lado el miedo a la muerte, es verdad que algunas cosas empiezan a funcionar peor, sobre todo a nivel físico y eso nos genera angustia. Además, hay una superestructura cultural que alimenta el concepto de que envejecer es un proceso cuesta abajo. Cuanto más joven mejor, es un círculo vicioso. Los medios de comunicación juegan un papel muy importante, por el lenguaje y las imágenes que usan. Son una máquina edadista que hace que la idea de envejecer nos genere una mochila de emociones negativas. El edadismo es tan fuerte que nos sentimos malos por envejecer. Si buscas en Google “miento sobre…” lo primero que te sugiere es “la edad”.

P: ¿Por qué somos edadistas?

R: Estamos atrapados en la cultura del edadismo. La historia de que envejecer es decrepitud, demencia, depresión, muerte, declive o deterioro no es la única verdad. Es lo mismo que ha pasado con el sexismo –y todavía falta mucho–. Es un proceso que hay que aprender a cuestionar, no será un cambio de la noche a la mañana. Nos cuesta ser diferentes.

P: ¿El edadismo es machista?

R: Las mujeres sufren mucho más de edadismo por la apariencia física, es muy injusto. También en las relaciones sexuales y afectivas. Está mal visto que una mujer de más de 50 se apunte a Tinder. Sin embargo, se ve bien que un hombre mayor esté con una mujer joven.

P: ¿Cuál es el papel de las revistas femeninas en el edadismo?

R: El lenguaje que usan los medios de comunicación influyen muchísimo en cómo nos sentimos con nuestra imagen y cómo vivimos el cumplir años. Las palabras que denigran el envejecer refuerzan el problema. ¿Cómo algo puede ser antiaging? ¡Todos envejecemos! No es algo que les pase solo a las personas mayores. ¡La alternativa es estar muertos! Todas las etapas tienen etapas negativas y positivas. Tenemos que ampliar la definición de lo que significa belleza. Y no es solo una chica de 18 años delgada y sin grasa.

P: ¿Qué hacemos para no añorar la juventud?

R: El primer paso es mezclar generaciones. Así se consigue tener una visión más positiva de envejecer y el edadismo, sobre todo en los jóvenes, disminuye. Hay que buscar siempre cosas nuevas que hacer. Exponerse a situaciones nuevas te convence de que la vida no termina, es un camino abierto. Y depende solo de ti. Es un cambio de chip mental.

P: ¿Por qué envejecer mola?

R: Ganamos confianza en nosotros mismos. Nos sentimos más a gusto en el mundo y nos importa menos lo que piensan y opinan los demás. En España, el grupo demográfico que es más feliz y está más satisfecho es el de mayores de 50. Ese estereotipo que cumplir años nos lleva a la tristeza es mentira, es un mito.