Tomemos como ejemplo el caso de Carlos, un niño de 10 años alegre y risueño. Desayuna cada día leche con cacao azucarado y cereales azucarados. Para el recreo, lleva su brik de zumo y un paquete individual de galletas. En casa, hoy come guiso con patatas y mañana arroz con verduras. Para merendar, un batido de fresa y pan con crema de cacao. A las 9, cena salchichas con patatas y su madre le ofrece fruta. Antes de dormir, hace una mini incursión a la despensa y se toma algo de bollería.
¿De qué se alimenta el pequeño Carlos?
Lo que come mayoritariamente el pequeño Carlos a lo largo del día es azúcar. Y no de forma directa. Ningún padre daría a su hijo 20 terrones de azúcar para merendar… pero ahí están, en forma de azúcar añadido en el zumo, el cacao… Pero también en salchichas, en galletas saladas y en todos los ultraprocesados que se encuentran habitualmente en nuestras despensas, como explica el dietista-nutricionista y bloguero de CLARA Carlos Ríos en su libro Come comida real (Ed. Paidós).
Ojo al dato:
- Una hamburguesa de fast food puede tener hasta cuatro terrones de azúcar.
- Dos galletitas saladas pueden tener hasta un terrón de azúcar.
- Una ración de sushi puede contener tres terrones de azúcar.