El jengibre está considerado como un alimento muy recomendable por sus múltiples propiedades y beneficios para la salud: es antiinflamatorio, calma el dolor, alivia las náuseas y vómitos, reduce los gases y la hinchazón, va bien para el resfriado y, además, tiene un efecto quemagrasa y va bien para adelgazar.
Una de las maneras de intentar aprovechar los beneficios del jengibre es en infusión. Aquí tienes tres versiones.
Cómo hacer infusión de jengibre
- Infusión de jengibre. Coge jengibre fresco, córtalo en rodajas o rállalo, y ponlo con agua hirviendo y deja reposar durante cinco minutos. Como también estimula el páncreas, lo que da lugar a una mayor producción de enzimas digestivas, si lo tomas después de una comilona, no te sentirás tan pesada. Descubre otros remedios naturales para las digestiones pesadas.
- Infusión de jengibre y canela. Combina el jengibre con canela infusionando una cucharadita de polvo de jengibre con un poco de canela en polvo o metiendo una rama en la taza. Además de ayudarte a adelgazar, te ayudará a sentirte menos hinchada. Entre otras propiedades, el jengibre es un poderoso antiinflamatorio. Y la canela, por su parte, ayuda a suavizar las digestiones y también es un remedio eficaz para el vientre hinchado. Es uno de los trucos infalibles para perder barriga.
- Infusión de jengibre y limón. Es una de las más populares porque ambos son alimentos quemagrasas, ricos en vitamina C y antioxidantes. Para hacer la infusión pon en una taza con agua hirviendo dos o tres rodajas enteras de jengibre fresco (o prensadas con ayuda de un prensador de ajos). Deja que repose 5 minutos, y agrégale el jugo de un limón. Esta infusión, en concreto, resulta muy indicada por las mañanas en ayuno.
Estas infusiones solo están contraindicadas en personas que padecen gastritis, reflujo o hipertensión. Si te resultan muy intensas, puedes endulzarlas con un poco de miel.
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