Reconozcámoslo, es fácil que durante la cuarentena prefiramos una ensalada a una hamburguesa con queso y patatas fritas de esas caseras, con su piel y su crujiente… La lechuga no nos hace salivar igual, pero… podemos llegar a conseguirlo. Sí, como lo lees, podemos “programar” nuestro cerebro para que tome elecciones que nos ayuden a adelgazar (y sin necesidad de electroshocks, te lo prometemos).
¿Y si no es hambre? ¿Y si es otra cosa?
Y es que detrás de muchas de las elecciones que hacemos en alimentación, puede haber otras motivaciones no relacionadas directamente con lo que nos echamos a la boca. Muchas veces nos “tragamos los nervios”, “nos comemos las desilusiones con patatas” o nos “alegramos con un dulce”.
Y es que una cosa es el hambre real, la del estómago que cruje porque necesita que le eches algo después de horas vacío, y otra muy distinta, el hambre emocional, que es muy probable que aparezca en momento de incertidumbre y confinamiento como el que estamos viviendo.
¿Cómo saber si tienes hambre de verdad?
Fácil. Hay un método que no falla nunca. Para saber si es hambre o es cualquier otra cosa piensa si te comerías un plato de acelgas rehogadas o si necesitas “otra cosa”, llámale chocolate, helado, pizza, bollo, patatas chips…
La primera opción, no te engañes, es la del hambre real. Ya sabes, el hambre que hace que “te comerías las piedras”, la acelgas, el brócoli o lo que te pongan por delante. La otra es gulita, es la elección de un cerebro caprichoso que ha aprendido a “tapar” otras emociones con comida.
La comida como premio
Y no es que tu cerebro siempre se posicione en tu contra. Es que es lo que ha aprendido porque, cuando eras pequeña, tu madre te ponía en su pecho y te abrazaba, te sonreía mientras mamabas, te daba calor y refugio. Y eso ha quedado marcado a fuego en tu cerebro. Igual que el chocolate o las chuches que te daban cuando te portabas bien.
Haz un reset. Vamos a reprogramar tu cerebro
Igual que tu cerebro ha aprendido a pedir chocolate para levantarte el ánimo, puede “olvidarlo” y reprogramarse para hacer elecciones que te ayuden a perder peso. En nuestra galería encontrarás el nuevo software que debes introducir en tu cabeza. Es fácil y efectivo, y te ayudará a no engordar en estos días de coronavirus.