Come con regularidad porque contienen ácido alfalinolénico, un tipo de omega 3, que aumenta el colesterol “bueno” y reduce el “malo”, ayuda a que los vasos sanguíneos se mantengan elásticos, previene la formación de coágulos y contribuye a bajar la presión. Puedes tomar 3 o 4 al día y alternar con otros frutos secos, que también tienen omega 3 pero en menor cantidad. Además, comer 2 veces a la semana pescado azul (salmón, caballa, sardinas...) también refuerza su aporte.