La ashwagandha es una planta que crece en Nepal, India, Yemen y China. Se ha usado durante muchos años como medicina alternativa y ahora está llegando a Europa debido a la gran cantidad de beneficios que aporta al organismo. Te contamos todo lo que debes saber sobre este remedio natural.
¿Qué es la ashwagandha?
La ashwagandha es un arbusto de hoja perenne. Pertenece a la familia de solanáceas (la misma que la de las patatas o el tomate) y también se le conoce como ginseng indio. Su fruta es esférica, pequeña y de color rojo anaranjado. En las raíces de esta planta es donde se encuentran los compuestos que se utilizan para su comercialización.
Está considerada como la reina de las hierbas ayurvédicas. Además, puede mejorar la resistencia al aumentar los niveles de hemoglobina (la proteína de los glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno al resto del cuerpo), aunque aún se necesitan más estudios para confirmar este efecto.
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¿Para qué sirve la ashwagandha?
En los últimos años se ha popularizado el uso de la ashwagandha. Se trata de un suplemento con una gran cantidad de beneficios, aunque el más conocido es que ayuda a reducir el nivel del estrés diario.
La mayoría de los beneficios de la ashwagandha se deben, al menos en parte, a sus potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
¿Qué beneficios tiene la ashwagandha?
Como hemos mencionado, la principal propiedad de la ashwagandha es su capacidad para controlar los niveles de estrés. Hay varios estudios científicos que avalan que esta planta ayuda a mejorar el bienestar general.
Laura Llacuna, bióloga, doctora en Biomedicina y especialista en Psiconeuroinmunología y Nutrición, explica que se puede utilizar la ashwagandha para mantenerse centrada y focalizada ya que funciona y baja los niveles de cortisol.
Según un estudio sobre los efectos de la ashwagandha en el sueño, realizado por el departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Malasia, esta hierba también puede ayudar a mejorar la calidad del sueño: los investigadores confirmaron que los participantes dormían mucho mejor con dosis de la hierba en comparación con las dosis de placebo.
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Hay diversos estudios científicos que apuntan a que la ashwagandha podría ser una ayuda contra el estrés.
Aunque estos son los principales beneficios de consumir este remedio natural, la ashwagandha también puede:
- Reducir la hinchazón. Se trata de una planta con propiedades antiinflamatorias, por lo que su consumo hará que aumente el bienestar general y que se reduzca el riesgo de padecer algunas de las enfermedades relacionadas con la inflamación crónica.
- Reduce los niveles de azúcar en sangre. Un estudio sobre la actividad hipoglucemiante de la ashwagandha, realizado por el Instituto de Investigación de Medicamentos de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén, indica que su consumo aumentaba la secreción de insulina y mejoraba la sensibilidad a la insulina en las células musculares.
- Mejora la función sexual de las mujeres. Un estudio clínico realizado por el departamento de Tecnología Farmacéutica del NSHM Knowledge Campus de India, explica que la ashwagandha puede beneficiar a las mujeres que experimentan disfunción sexual. Gracias a su consumo se vio una mayor excitación, se mejoró la lubricación y el orgasmo.
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¿Cómo se puede tomar la ashwagandha?
Las raíces y bayas de ashwagandha se pueden consumir por sus propiedades médicas, pero normalmente se comercializa en cápsulas de suplementos o en forma de tabletas, polvo o té. Si la compras en polvo, puedes optar por añadirla a tus platos como condimento.
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¿Tiene la ashwagandha alguna contraindicación?
Sí, el consumo de ashwagandha tiene algunas limitaciones, como nos explica la tecnóloga de los alimentos y nutricionista Beatriz Robles:
- Hasta el momento se sabe que su consumo vía oral es seguro hasta tres meses, ya que no hay estudios de si un uso a largo plazo puede tener efectos secundarios.
- Consumirlo en grandes cantidades puede tener efectos adversos gastrointestinales y hepáticos.
- Se ha observado que puede aumentar la hormona tiroidea, por lo que está desaconsejado en personas con problemas de tiroides.
- Tampoco se recomienda su consumo si hay prevista una cirugía.
La Dra. Laura Llacuna también nos explica que es posible que no sea aconsejable durante el embarazo y que, a día de hoy, tampoco es seguro consumirlo durante la lactancia.
Hay que tener en cuenta que puede tener efectos adversos si se toma a la vez que algunos medicamentos, por lo que es importante consultar al médico de cabecera antes de empezar a consumir este suplemento.