En nuestras cabezas, la cerveza está irremediablemente unida al terraceo y a la llamada “barriga cervecera”. Aunque el contenido de calorías varía según el tipo de cerveza, una caña ronda las 60 kcal. Además, cuando bebemos cerveza, solemos acompañarla de otro alimentos que son todavía más calóricos.
Aunque hay estudios que indican que el consumo moderado de cerveza podría no engordar, lo cierto es que, en general, los dietistas-nutricionistas prefieren fijar un consumo cero o mucho más esporádico de las bebidas alcohólicas.
En el caso del alcohol no es importante solo tener en cuenta las calorías para determinar cuánto puedes tomar sin engordar, sino también sus efectos negativos en el organismo. Por eso, la cantidad recomendada de alcohol es la más cercana a cero posible.