Las melenas marrones tienen un gran potencial, pero a veces este se pasa por alto por su apariencia plana y su tono apagado. La mejor solución son las mechas rubias para pelo castaño, aunque no todas están dispuestas a sacrificar su tono natural de cabello, especialmente si eso implica visitas frecuentes a la peluquería. Aunque, ¿y si pudieras conseguir esos bonitos matices en tu melena castaña sin estropear el cabello ni tener que pisar el salón de belleza más que un par de veces al año? Sigue leyendo para descubrir cómo.
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¿Qué color de mechas combina con el cabello castaño?
Si no queremos que las raíces nos delaten al crecer el pelo, necesitamos crear mechas en colores cálidos. Para que queden naturales y se integren bien en la melena las mechas han de ser dos tonos más claras que el color de base. A partir de tres tonos por encima del de la base de la melena va a dejar un efecto raíz en el cabello que te hará volver a la peluquería antes de lo deseable. Sobre todo, es importante no cargar demasiado de mechas la zona de la raíz para que cuando crezca el pelo no se note tanto la diferencia de color.
Tonos como el avellana, el color beige, incluso el cobrizo o uno con un matiz rojizo favorecen más a las melenas castañas más que los tonos fríos porque iluminan más y dan calidez al cabello. Para mantener estos tonos y poder espaciar realmente las visitas al salón de belleza el champú matizador será imprescindible. ¡Consulta a tu estilista!
5 mechas rubias para pelo castaño de bajo mantenimiento
Todas corresponden a un tipo de mecha muy ligera que respeta bastante la melena y apenas estropea el cabello. Lo mejor es que aporta brillo y crea dimensión en el pelo, combatiendo uno de los grandes problemas de las melenas oscuras: que se vean planas y sin matices. Cuando se hacen unas mechas que crean más de un tono en el cabello, es cuando realmente se ve una melena castaña con movimiento y que luce mucho más bonita.
Este tipo de técnica busca imitar los reflejos que crea el sol en la melena durante el verano, por lo que se consigue a base de finas hebras. Se realizan en mayor cantidad por la parte interna del cabelloy de forma creciente, con menos densidad en la raíz y más de medios a puntas. Con este tipo de mechas solo serán necesarios un par de retoques al año para conseguir ese acabado como besado por el sol.
En este tipo de mechas el color se aplica a unos dos dedos de raíz para preservar la naturalidad de la melena. Además, el color se intensifica de los medios hasta las puntas mediante mechas más gruesas que dan lugar a una especie de degradado muy favorecedor que da mucha luz al rostro. Todo ello, en una técnica que se aplica a mano alzada para conseguir un resultado más realista en la melena. ¡Ideal para no pisar la peluquería en meses!
Se trata de una técnica que combina las mechas babylights con las balayage. Así, en la parte superior de la cabeza se aplican finos destellos que aclaran de forma muy sutil la melena, mientras que de medios a puntas se carga con más cantidad de mechas y de mayor grosor que se realizan a mano alzada. El resultado es un aclarado más intenso del cabello, pero con el mismo acabado natural y creíble. Lo mejor es que apenas se notará cuando el cabello crece porque la raíz se mantendrá muy natural.
Esta técnica de mechas se utiliza para crear puntos estratégicos de luz en la melena que iluminen el rostro donde más nos interese. Al fin y al cabo, los tonos claros realzan los volúmenes de las facciones, mientras que los oscuros crean profundidad y disimulan. Así, podemos jugar con este tipo de mechas para estilizar el rostro, dar más peso a la mandíbula o la barbilla, disimular una frente generosa, etc. Si hablamos de un rostro ancho, por ejemplo, la combinación de color oscuro en los laterales y claro en la zona alta permitirá estilizar el óvalo facial.
Igualmente, se trata de un tipo de mecha que se aplica preservando la zona alta de la cabeza, por lo que el crecimiento del cabello no obliga a pasar por la peluquería.
La técnica perfecta para espaciar las visitas al salón de belleza con cabello rizado es el curlyage. Es un tipo de mecha que permite dar luz a los rizos para que la melena no se vea plana y opaca, como suele suceder con este tipo de texturas cuando son monocromáticas. Es una técnica el color que se aplica en dos dimensiones, con mechas que parten de las raíces y otras que van de medios a puntas para dar un acabado más natural. ¡Ideal para melenas cuidadas bajo el método curly!