Pequeños cambios que te dan otro aire
Solo necesitas hacer algunas modificaciones en tu peinado para que parezca que has ido de nuevo a la pelu. Hazte la raya en el otro lado, coge dos mechones laterales y sujétalos detrás con la ayuda de unas horquillas, ponte el flequillo hacia la cara o hazte alguna trenza, cola de caballo o recogido informal.
Sí a la laca, cera y espuma
Los productos de acabado y fijación permiten disciplinar en casa los cabellos más rebeldes o controlar el volumen cuando se ha “descontrolado” el pelo al crecer. Son los conocidos como productos de styling. Pregunta a tu peluquero qué textura es la más adecuada para ti.
Miracle Hairspray Volume, de Aussie, 6,99€.
Laca Ultrafina Fijación Fuerte, de TRESemmé, 4,99€.
Invierte en un corte a tu medida
La media melena, sin duda, es la mejor opción. Es apta para cabellos lisos, ondulados y rizados, favorece a cualquier edad y una visita al salón cada 3 meses es suficiente para sanear puntas y conservar la forma.
Evita el pelo muy corto
Sí, está más de moda que nunca, favorece a los rostros dulces y armónicos, pero necesita un mantenimiento bastante continuo para que el corte no pierda definición.
El lavado que protege el tinte
El momento del lavado es crucial para prolongar al máximo la duración del color. Usa champús sin sulfato, ya que limpian sin aclarar tanto el tono. Evita lavarlo a diario y no utilices agua muy caliente porque hace que el cabello se vea más apagado.
Champú Geranio Remedio de Brillo, de la gama Botanical Fresh Care, de L'Oréal Paris, 7,99€.
Objetivo: reducir el brushing
Si eres de las que van una vez a la semana al salón de peluquería para que te peinen con cepillo y secador (brushing) y quieres acabar con esta dependencia, acepta el movimiento natural de tu pelo y ama tus rizos, remolinos, etc.
Menos calor, más color
El secador y especialmente las planchas, que pueden alcanzar hasta 230 grados, contribuyen a destruir los pigmentos. Aplica antes un protector térmico e intenta reducir la temperatura, sobre todo si tienes el pelo muy fino.
Spray Protector del Calor Liso Keratina, de TRESemmé, 5,90€.
Disimula las raíces
Si no quieres que se noten hasta el próximo tinte, usa un spray retoca-raíces. Funciona como un maquillaje corrector instantáneo. Elígelo del mismo tono que tu pelo, pulveriza a 20 cm del cuero cabelludo y déjalo secar. Dura varios días y va desapareciendo con los lavados.
Magic Retouch, de L'Oréal Paris, 7,99€.
Peinados camuflaje
Para esconder las raíces, si llevas el pelo largo, ahueca estas para despegarlas del cuero cabelludo. Seca primero el pelo con la cabeza hacia abajo, después crepa el cabello y péinalo en diferentes direcciones. Si prefieres un recogido, evita que sea muy tirante, evidenciaría aún más las raíces.
Ayúdate con el acondicionador
Usa líneas para cabellos coloreados, ya que su formulación incorpora antioxidantes y filtros UV, que evitan que el color vire a tonos pajizos. También lo puedes alternar con acondicionadores reparadores, ideales para el cabello seco o dañado.
Acondicionador Repara & Protege, de Pantene Pro-V, 2,90€.
Champú seco
El champú seco es básico en tu neceser. Permite espaciar los lavados y da volumen a las raíces para “esconderlas” entre dos tintes.
Gliss Champú Seco Anti-Grasa, de Schwarzkopf, 4,49€.
Miracle Dry Shampoo, de Aussie, 5,99€.
¿Te atreves con la media melena?
A todas nos gusta vernos y sentirnos guapas, y por eso aprovechamos cualquier ocasión para pasar por la peluquería. Otras veces, si llevamos el pelo teñido, estas visitas suelen convertirse en una "obligación". A las 3 semanas de hacernos el tinte ya empezamos a preocuparnos por si se nos ve la raíz, por si el tono no es el mismo, o quizá las puntas abiertas nos están jugando una mala pasada.
Para que no tengas que acudir a la pelu con más frecuencia de la deseada, hemos seleccionado 10 trucos que te ayudarán a espaciar las visitas al salón. Acciones tan sencillas como cambiar de lado el flequillo, peinarte de otra forma o utilizar productos específicos para tapar raíces o dar volumen a tu cabello conseguirán que parezca que acabas de salir de la peluquería.
Quiérete y acepta tu pelo
Las que tienen el pelo liso lo quieren rizado, y las que lo tienen ondulado, se lo planchan. Si respetas tu tendencia natural, ahorrarás tiempo y dinero al peinarte. Presume de rizos o dale volumen a tu pelo si lo tienes demasiado liso, ¡pero quiérete tal cual eres! Y si lo que te preocupa es el encrespamiento, aquí te damos algunos trucos para decirle adiós definitivamente al pelo electrizado.
El peinado influye
Un buen peluquero es el que sabe adaptar el corte a la forma de tu rostro y a las características de tu pelo –la cantidad, la textura y el movimiento– para que, cuando el pelo vaya creciendo, el peinado te siga quedando bien. En la galería te damos ideas para saber cuál es la opción más cómoda. Ten en cuenta que el cabello crece de 1 a 2 cm al mes, así que cuanto más corto lo lleves, más frecuentes serán tus visitas a la pelu.
¿Quieres teñirte? Elige bien
- Escoge un tono similar al tuyo. Si llevas un color extremo (rubio nórdico, moreno azabache), tendrás que regresar cada 3 semanas para retocar las raíces.
- Los rojos son más exigentes. Los cobre, rojo fuego o caoba son los más delicados. Los pigmentos rojos tienen moléculas más grandes que no penetran tanto en el interior del córtex, por lo que se pierden fácilmente con el lavado.
- Castaños o marrones. Son los más fáciles de conservar y te ahorran visitas a la peluquería.
- Reflejos y mechas. Mejor solo en medios y puntas, y medio tono más oscuro o claro que el tuyo, para disimular el efecto raíz. Las mechas completas requieren retoques cada 1-2 meses.
¿Te apetece cambiar el color de tu cabello sin estropearlo? Nuestra experta Olga G. San Bartolomé tiene la clave.
Y sobre todo, cuídalo