¿Quieres acabar con el pelo graso de una vez por todas? ¿O notas que tu pelo está demasiado seco? Sea como sea, el champú de cebolla es la solución para todos tus problemas capilares. En serio, mejoran la resistencia del pelo y la producción de colágeno, contribuyen a una mejor circulación sanguínea, hidratan el pelo en profundidad, evitan su caída y estimulan su crecimiento... En fin, sus ventajas son interminables, así que si todavía no has probado ningún champú de cebolla, es el momento perfecto para hacerlo.
Champú de cebolla, tu nuevo producto de belleza imprescindible
En realidad, no se trata de nada nuevo. La cebolla ha sido uno de los remedios capilares más populares para los problemas capilares desde hace cientos de años. Ya Dioscórides, médico, botánico y farmacólogo que prácticó en la época del emperador Nerón, habló de las propiedades de la cebolla como remedio capilar: “en fricción, para las calvas, pues provoca pelo más rápidamente que la falsa esponja”. Hoy en día, hay muchos estudios que han confirmado que la cebolla tiene múltiples beneficios para el pelo. Según un estudio publicado en el Journal of Dermatology, realizado por el Dr. Sharquie KE en el año 2002, el uso de jugo de cebolla tiene un efecto muy beneficioso para personas con problemas de alopecia areata.
La clave de los champús de cebolla está en su alto contenido en azufre y quercetina. La quercetina ayuda a reducir la inflamación del cabello y mejora la resistencia del cabello, mientras que el azufre tiene propiedades antibacterianas, es uno de los principales componentes de la queratina, mejora la circulación sanguínea del cuero cabelludo y la producción de colágeno.
Hay muchos champús de cebolla en el mercado y no tendrás ningún problema a la hora de elegir el que mejor se adecúe a tus necesidades. Si no, siempre puedes apostar por los remedios caseros y extraer el zumo de la cebolla y aplicarlo sobre el cabello.