Todas tenemos algún que otro problemilla en la piel que nos gustaría mejorar: falta de luz, brillos, rojeces... Y para cada uno de ellos hay una prebase perfecta –también conocida como primer–, que lo disimula. La prebase funciona respecto a la base como el sérum lo haría al ponerlo antes de la crema. Le aporta ese plus necesario (luz, hidratación, corrección del tono o del exceso de grasa) y prepara la piel para sacarle el máximo partido a la base de maquillej. Con el resultado de un maquillaje profesional, ya puedes olvidarte de poner filtros a la cámara de tu móvil.
¿Cómo aplicar la prebase?
Solo tienes que seguir estos tres sencillos pasos que recomiendan los maquilladores profesionales:
- Después de la limpieza facial (paso imprescindible si quieres que tu maquillaje quede perfecto), aplica un sérum específico para tu piel y ponte tu crema habitual.
- Cuando la crema esté seca, aplica una pequeña cantidad de prebase con la ayuda de los dedos por todo el rostro, como si fuera tu crema, desde el centro de la cara hacia el exterior, difuminando muy bien el producto.
- Deja que pase un minuto para que se absorba y maquíllate como haces habitualmente (usando a continuación la base o no, dependiendo de si quieres un resultado más natural o más cubriente).
Si quieres saber más sobre lo que las prebases pueden hacer por ti, echa un vistazo a continuacoión porque encontrarás los mejores trucos de los maquilladores y las claves para elegir la prebase perfecta para ti.