Exponerse demasiado al sol NUNCA es buena idea. No solo hace que nos envejezca la piel antes de tiempo por las arrugas y manchas prematuras que provoca, sino que también puede resultar peligroso porque destruye el ADN de las células de la piel. Pero, claro, a todas nos gusta su efecto en nuestro rostro. ¿La solución perfecta? ¡Los polvos de sol!