Nunca se tienen suficientes bálsamos labiales, también conocidos como cacao. Lo llevamos en el bolso, en el neceser y alguno hay también, seguro, en la oficina. Hemos hecho un repaso por los mejores bálsamos labiales para que puedas encontrar el que mejor se adapta a ti.
¿Por qué nos gusta tanto aplicarnos cacao? Además de la adicción y del buen colorcito, hay una razón de salud de peso. A los labios no les va bien el viento, el frío y el ambiente seco de la calefacción. Cuando tienen que hacer frente a todo eso, la fina piel que los recubre no resiste (porque tiene menos capas de células y carece de sebo protector) y se agrietan por la falta de protección.
Los ingredientes más eficaces
Para prevenir esta situación o solucionarla una vez que ha aparecido, hay que tener siempre a mano un bálsamo labial. Mucho más completos que los que había tiempo atrás, los bálsamos para labios tienen numerosos ingredientes que protegen y nutren la piel como las mantecas vegetales (de karité y cacao), ceras (de abeja, arroz, carnaúba y candelilla) y diversos aceites (de aguacate, macadamia y jojoba). Estos componentes refuerzan la barrera cutánea y proporcionan una textura fundente que deja los labios suaves y confortables. También incorporan activos que hidratan (ácido hialurónico, glicerina) así como calmantes (agua termal) y regeneradores (alantoína, dexpantenol, vitamina E) que reparan.
Cuidado con el frío
Durante el invierno, conviene no abusar de los brillos ni de las barras de acabado mate y de larga duración porque, si no incluyen la hidratación adecuada, suelen resecar. Las más recomendables son las barras satinadas, más cremosas y deslizantes, que crean una película ultrafina que mantiene la hidratación durante horas. Para reforzar el cuidado, y de paso conseguir que los labios parezcan más carnosos, es recomendable aplicar un poco de bálsamo labial antes de la barra de color.
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