Si tu piel es clara, escoge un blush de color rosa. Mejor los que tiran a una tonalidad palo, para que aporten más luz al rostro.
Si tu piel es de un tono medio, apuesta por los tonos melocotón o anaranjados, conseguirás un efecto buena cara inmediato.
Si tu piel es dorada, los tonos que mejor te quedarán son los tierra o camel. Se mimetizarán e integrarán con tu piel.
Si tu piel es oscura, busca coloretes con un tono rojizo algo más intenso, que realce tus mejillas, como, por ejemplo, el frambuesa.
Para que quede bien, debes aplicarte el colorete como te contamos aquí.