Foto: ImaxTree
Nunca tanto como ahora le pedimos ligereza a una base de maquillaje, porque el uso de la mascarilla y el calor podría hacer que el remedio fuera peor que la enfermedad. A estas alturas de la película ya no tenemos que hablarte de los temidos efectos del maskné, ¿verdad? Conscientes de la situación, los laboratorios cosméticos se han puesto manos a la obra y se han esforzado para encontrar las fórmulas perfectas, esas que ofrecen un resultado "segunda piel", que cubren imperfecciones, pero no enmascaran y que te deja un acabado perfecto durante horas y horas.
Qué le debes pedir a tu base de maquillaje en verano
- Textura fluida. Es el primer requisito... Y no solo porque se funde mejor con la piel, algo imprescindible con el calor y la amenaza constante del sudor, sino porque ayuda a que tu piel no se vea "acartonada", es decir, envejecida. Si es muy ligera, bastará con que la apliques con los dedos; y si es algo más densa, te irá muy bien aplicarla con esponja o brocha.
- Elige bien el tono. Siempre debería ser el mismo de tu piel. La única licencia que te puedes permitir –si no vas a tomar el sol y quieres verte con un poquito más de color– es un tono por encima del tuyo propio. No la busques más oscura porque, si no, el contraste con el cuello será muy artificial. Es uno de los errores más comunes que pone años. Ante la duda, difumina a conciencia. ¡Ah! y no te pruebes el tono en el brazo, el color de la piel es diferente, mejor en el cuello.
- La cantidad. No te excedas. La mayoría de texturas son suaves y fundentes y con muy poco producto basta. Si ves que te has quedado corta, siempre puedes añadir un poco más de cantidad.
- ¿Mate o iluminadora? Si tienes la piel grasa, mejor mate; pero si la tienes muy seca y apagada, te irá genial una iluminadora. Tranquila, te aportará luminosidad a la cara, no te la dejará grasienta ni con brillos.
- Larga duración. La mayoría de envases lo indica con el término long lasting o indicando el número de horas que permanece inalterable: 8h, 12h, 24h...
- Con FPS. Si lo incorpora la base de maquillaje, genial, no haría falta que te pusieras protector solar. Pero, si no lo incluye, que es en la mayoría de casos, recuerda que, aunque siempre se dice que el protector solar es lo último que debes ponerte en la piel, hay una excepción y es si usas bases de maquillaje. En ese caso, el orden sería: crema hidratante, protector solar y, por último, la base de maquillaje. Espera unos minutos entre la aplicación de cada producto para que se absorban bien.
El plan B. Puedes simplificar tu rutina y, en vez de usar una base de maquillaje, optar por una BB cream, que incluye hidratación, tratamiento antiedad, color y protección solar, todo en uno. Es una excelente alternativa para las mujeres que no necesitan una textura muy cubriente. Si no, la base está específicamente formulada para "tapar" imperfecciones y unificar el tono de la piel. Y, además, la gran mayoría incluyen actualmente ingredientes antiedad (ácido hialurónico, péptidos, vitaminas), por lo que funcionan como un tratamiento.
Ya sabemos cómo mantener nuestro rostro impecable, sin que se noten las imperfecciones. Ahora solo tienes que dejarte seducir por esa base de maquillaje que te acompañará durante todo el verano... y, si es un flechazo, probablemente durante todo el año. Aquí tienes dónde inspirarte.