Fundamental: si tienes cuarenta y pico, descarta los coloretes marrones o liláceos, como aquellos que se llevaban en la década de los 80 y de los 90. Y, por supuesto, no lo traces en diagonal hacia la oreja. El rubor natural no tiene esa forma geométrica. De esta manera, lo único que haces es pronunciar más las patas de gallo, sobre todo si el colorete además de oscuro es mate. Aplica el colorete en la manzanita de las mejillas, usando un tono rosado, melocotón o coral.