No sé si a vosotras os pasa, pero desde que tengo una piel madura miro con cierto escepticismo todas las técnicas de maquillaje que implican colocar mucho producto en mi rostro. La falta de firmeza, unida a la ley de la gravedad, hace que la piel luzca pesada y las líneas de expresión acentuadas, por eso cuando veo esos tutoriales de contouring con caras cruzadas por lineas multicolor, cual tigre de bengala, que de un brochazo se convierten en un rostro de mejillas esculpidas y frente despejada, no puedo evitar mirarlos con recelo...
Esta técnica no es un invento de Kim Kardashian y la utilizan los maquilladores profesionales desde hace más de cincuenta años, así que le he querido dar una oportunidad y después de documentarme y ver varios tutoriales, y aprovechando que estoy en casa, he podido comprobar que el contouring, bien hecho, consigue que mi maquillaje se vea más luminoso y mi rostro rejuvenecido. Voy a compartir con vosotras trucos y productos que a mí me han funcionado, espero poder ayudaros con mi experiencia.
Lo que nunca debes hacer
El contouring de calle no tiene nada que ver con el de fotografía. Scott Barnes uno de los contouristas más famosos del mundo, maquillador personal de Jennifer López, confiesa en sus tutoriales que si ves en directo uno de sus maquillajes posiblemente te lleves un susto, como se puede apreciar en esta imagen de la súper star latina. El rostro se ve muy artificial, ya que está pensado para funcionar bajo las fuertes luces de los focos y verse a través de una cámara. Así que si lo que quieres es que tu contouring funcione en las distancias cortas, evita los productos muy espesos que opacan la piel, los muy claros que se ven falsos y los que tienen mucho brillo que se ven artificiales. Como en casi todo, en la moderación está el secreto del éxito
Antes de empezar...
Es muy importante preparar un buen lienzo sobre el que "obrar la magia" con tu contouring. Lo primero que tienes que intentar lograr es que tu base de maquillaje sea del color más parecido al de tu piel, si tu cara se ve artificial antes de empezar ni siquiera a aplicar los productos, nada bueno saldrá de eso. Sabrás que has acertado si después de aplicar la base de tu maquillaje en el rostro el color de este es el mismo que el de tu cuello.
Es también básico que el corrector que elijas para iluminar las zonas que quieres potenciar no sea demasiado claro. Lo ideal es un par de tonos menos que el de tu base para evitar el temido efecto oso panda en tus ojeras o que se aprecien trazos de color en tu rostro. Por último, pero no menos importante, es elegir un contorno de ojos con un subtono frío, es decir, que sea un marrón grisáceo en lugar de dorado, para que al difuminarlo, dé mejor el efecto sombra.
Una vez cumplidos estos tres requisitos básicos, ¡vamos al lío!