El colorete es el último paso de todo buen maquiallaje, incluso de los más discretos y naturales. Tiene el poder de alegrar el rostro de un solo brochazo y darnos ese efecto 'buena cara' que todas buscamos. Pero, lamentablemente, acabar pareciéndonos a Heidi es mucho más fácil de lo que imaginas. Por eso hemos elaborado una guía infalible de cómo deberías aplicarlo según la forma de tu cara y del tipo de blush que elijas.
Cómo aplicar el colorete según la forma de tu rostro
- Redonda. Si tu cara es redonda, aplica el colorete en diagonal, desde el centro de la manzanita (parte altadel pómulo) hacia la sien pero sin sobrepasar el rabillo del ojo.
- Alargada. En el caso de que tu rostro sea delgado y rectangular, tienes que aplicarlo en la zona exterior del pómulo a unos dos dedos por debajo de los ojos y de dentro hacia afuera.
- Ovalada. El prototipo de rostro perfecto se ve más favorecido aplicando colorete justo en el centro de la manzanita de la mejilla (la que más sobresale cuando sonríes) de forma circular.
- Triangular. Si tu barbilla es afilada, póntelo en la parte más baja del pómulo trazando una media luna.
- Cuadrado. Para mandíbulas marcadas, lo mejor es poner el colorete en línea recta a unos dos dedos por debajo de los ojos.
Cómo aplicar cada tipo de colorete
Los coloretes en polvo se aplican mejor con una brocha grande tupida y redondeada, los de stick, directamente sobre el rostro y difuminando después con los dedos, igual que si te decantas por hacerlo con tu barra de labios o con uno líquido.