Nos encantan las brochas de maquillaje, lo confesamos. Es verlas en la estantería del baño y nos sentimos como auténticas profesionales del maquillaje, pero más allá de que sean prácticas, también miramos que sean bonitas. No lo podemos evitar, qué le vamos a hacer. Eso sí, más allá de los diseños inspirados en cuernos de unicornio o plagaditas de purpurina también queremos que sirvan para algo, así que aquí va un listado de brochas imprescindibles.
Las brochas de maquillaje que necesitas
- Brocha para aplicar la base de maquillaje. Tienes dos opciones, las planas con forma de almendra o las redondas cortas. Ambas sirven para poner bases líquidas, pero solo la segunda se puede usar para las compactas.
- Brocha para el colorete. Con tener las más anchas es más que suficiente, pero si te gusta esculpir tus mejillas, puedes tener una un poco más pequeña para aplicar el colorete en el centro del pómulo.
- Brocha para contouring. Estas brochas son algo más rígidas que el resto porque tienen que difuminar muy bien para integrar todos los colores.
- Brocha para iluminador. Pueden ser finas pero las más comunes tienen forma de abanico y están especialmente pensadas para difuminar muy bien el iluminador líquido y el iluminador en polvo.
- Brocha para correcto de maquillaje. Son pequeñitas y planas.
- Brochas para maquillaje de ojos y cejas. Los pincelitos más compactos son para poner las sombras y los más sueltos para difuminarlas. Los biselados sirven para el eyeliner y las cejas.
- Brocha para polvos traslúcidos o bronceador. Son las más anchas de todas, ya que tienen que aplicar muy poca cantidad de producto y hacerlo por todo el rostro.