@camillecharriere
A lo largo del año hemos insistido varias veces en la importancia de protegerse del sol. ¡Es el mayor factor de envejecimiento! Y es que para conseguir una piel bonita, sana y saludable, el protector solar debe ser un básico en nuestra rutina de belleza. No obstante, y con la llegada del verano, esa protección debe ir en aumento, ya que es cuando el sol incide más en nuestra piel.
Con la llegada del verano, los planes al aire libre van en aumento y aunque el sol es necesario (necesitamos su vitamina D), el exceso puede provocarnos quemaduras, arrugas, despigmentación, irregularidades en la piel, e incluso cáncer. Por eso es tan importante usar un protector solar que nos proteja de sus rayos nocivos. Claro que no todos son iguales ni todos tienen la misma capacidad de protección. Los expertos recomiendan usar aquellos con un FPS +50.
¿Puede usar el mismo protector todo el mundo?
El Factor de Protección Solar (FPS) –que también lo puedes encontrar en los envases con las siglas en inglés (SPF)–, define el tiempo máximo que puedes estar expuesto al sol sin quemarte usando protector solar y responde a una fórmula que te indicará cada cuanto deberías reaplicarte tu crema solar. Así, deberías multiplicar el tiempo que tu piel de forma natural podría estar expuesta al sol sin quemarse (el cual varía en función del fototipo de cada persona) por el factor de protección solar de la crema que escojas.
Es decir, si tu piel puede estar 10 minutos al sol sin quemarse de forma natural y tu protector es +50, podrías estar 500 minutos sin quemarte de forma segura a lo largo del día, teniendo en cuenta una correcta aplicación del protector solar (cubriendo bien todas las zonas del cuerpo y reaplicando si se ha sudado mucho o te has bañado).
Además, existen 6 fototipos diferentes de piel que se clasifican según el color de tez, cabello, ojos y de la facilidad de la persona a la hora de sufrir quemaduras solares. La Dr. Romina Contreras lo explica muy bien. Las personas con fototipos I, II y III son las que más tienen que extremar los cuidados con el sol y usar como mínimo un FPS +50. No obstante, las personas con fototipos IV, V y VI deben usar, como mínimo, un protector solar con FPS +30.
Y eso no es todo porque, en función de tu piel y de tus necesidades, convendría escoger un tipo de protector u otro. La textura, los ingredientes e incluso la forma de aplicación te ayudarán a sentirte más cómoda en tu piel.
- Si tu piel es seca, los protectores solares en crema o leche están hechos para ti y, sobre todo, los que contienen ingredientes naturales e hidratantes.
- Si tu piel es grasa apuesta por un protector que no deje brillos y con acabado mate. También los hay con textura gel y formulaciones minerales que se absorben rápidamente y que no te aportarán sensación de "pesadez". Esos te funcionarán de maravilla.
- Si tu piel es mixta, te recomendamos cualquier fotoprotector que sea ligro y refrescante (para evitar que la piel produzca más grasa) y con un plus de hidratación.
- Si tu piel es sensible, busca un fotoprotector con propiedades calmantes, humectantes y sin aromas para evitar que tu piel se irrite. Los protectores con minerales o físicos te irán muy bien.
¿Cuándo me tengo que aplicar el protector?
Te lo apliques en la cara o en el cuerpo —ojo, insistimos, no vale usar el mismo—, el protector solar comienza a hacer efecto media hora después de su aplicación. Recuerda que también hay que usar un (buen) fotoprotector solar todo el año, no vale solo en verano. Por eso, en una rutina de belleza diaria, la graduada en Farmacia por la Universidad de Alcalá, Paula García Rojas, recomienda que lo usemos justo antes del maquillaje.
Sin embargo, hoy en día existen cremas corporales y faciales que ya incluyen protección solar. ¿Debemos aplicarnos el protector entonces? Depende. Según nuestra experta, "el FPS de esas cremas no suele sobrepasar el FPS +20, por lo que, si vas a exponerte al sol directamente, deberías aplicar uno de mayor protección".
Fíjate en la etiqueta de tu protector solar
A la hora de escoger un buen protector debemos fijarnos muy bien en las etiquetas, ya que el FPS solo te protegerá de los rayos UVB, los causantes de las quemaduras solares. Así que, para evitar irritaciones, manchas o los efectos nocivos de otros rayos, los expertos recomiendan que tu protector solar sea a prueba de:
- Rayos UVA. Más conocidos como radiación ultravioleta. Son los rayos invisibles que forman parte de la energía que viene del sol y atraviesan la dermis (la capa más profunda de la piel), son los causantes del envejecimiento prematuro de la piel y del bronceado. Dañan células del ADN, las fibras de colágeno y elastina y causan flacidez.
- Rayos UVB: Solo llegan a la epidermis (la capa más superficial de la piel) y son los causantes de las quemaduras solares, melanomas y otros tipos de cánceres cutáneos.
- Rayos HEV. Se conoce como la luz azul (o luz visible de alta energía) y es es el principal causante del fotoenvejecimiento. Además, también se le atribuye la producción de estrés oxidativo en la piel. Proviene del sol, pero también de fuentes artificiales como los dispositivos electrónicos.
- Rayos IR-A. Son los rayos infrarrojos, los que producen en la piel la sensación térmica en forma de calor. Existen tres tipos de rayos infrarrojos: IR-A, IR-B e IR-C, los más peligrosos son los A porque pueden penetrar hasta las capas más profundas de la epidermis y aumentar los radicales libres que pueden dañar la piel.
Fuente: AECC
¿Cuál es el mejor protector solar?
Ahora que ya te hemos contado lo que debes tener en cuenta a la hora de escoger tu protector solar FPS +50 ideal, es hora de que tengas bajo el radar los más recomendados por los expertos. ¡Allá van!