Foto: Diana Kulenyuk en Unsplash
Su olor cautivador nos recuerda a países tropicales o el verano. ¡Huummm... ese aroma evocador a playita de los aftersuns y algunos productos de acabado para el pelo! Pero el aceite de coco tiene muchos más registros. Aunque su uso es de lo más variopinto y puede utilizarse de forma saludable en la cocina si es crudo y sin procesar, nosotros nos vamos a centrar en sus propiedades cosméticas, ¡que no son pocas! Y, sobre todo, te vamos a contar el partidazo que le puedes sacar ahora para paliar las consecuencias del frío en la piel, así como algunas reacciones adversas relacionadas con el COVID-19.
Aceite de coco para la piel y el cabello: todo lo que puede hacer por ti
Su composición supera el 90% en ácidos grasos saturados, que pueden ser obtenidos del coco seco o del coco fresco (también conocido como aceite de coco extra virgen). ¿Y qué aportan? Pues una nutrición e hidratación extraordinaria para nuestra piel y cabello. Del aceite de coco destaca, por ejemplo, su acción calmante y balsámica, ideal para tratar irritaciones o la sequedad cutánea. Adecuado para la piel de tu cuerpo y cara, pasando por tus manos, uñas, labios y, cómo no, para nutrir y suavizar el pelo, fíjate cómo puedes amortizar el aceite de coco, gracias a sus propiedades regeneradoras y emolientes.
Usos y beneficios cosméticos del aceite de coco
- Antiedad facial. El aceite de coco es un eficiente cosmético natural que hidrata y protege la piel. Esto se debe a la vitamina E que contiene, la cual es un poderoso antioxidante que previene el envejecimiento prematuro del rostro. Te aconsejamos que uses mascarillas faciales que lo contengan –o uses directamente una capa de manteca de coco cada 10-15 días sobre tu rostro durante 15 minutos–, pero solo si tienes la piel muy seca o se ha vuelto así por el paso del tiempo (piel madura). Si, por el contrario, tu piel es de tendencia grasa, es mejor que no te apliques directamente este ingrediente sobre la cara. Es comedogénico, lo que significa que podría no absorberse bien y obstruir tus poros.
- Hidratante corporal. Su alto poder hidratante hace que el aceite de coco sea un ingrediente ideal para buscarlo en las lociones corporales tras la ducha, sobre todo si tienes la piel seca. Recuerda que el viento, el frío y la calefacción afectan a la barrera protectora de la piel y provocan deshidratación. Además, como favorece la producción de colágeno y elastina, tu piel se verá más elástica y firme.
- Después de la depilación. Como no solo hidrata, sino que tiene una acción calmante, los productos con aceite de coco son muy adecuados para usar tras depilarte, como bálsamo reparador. Sirve incluso tras el afeitado, como after shave.
- Para las manos agrietadas. Y no solo por la hidratación y porque aporta confort a la piel, sino porque las valiosas proteínas del aceite de coco ayudan a reparar los tejidos. Ahora que nos lavamos tanto las manos por el coronavirus y que recurrimos muy a menudo al gel hidroalcohólico, sin olvidarnos del fatídico frío, es un excelente aliado para mejorar las manos castigadas.
- Fortalece las uñas. Si tus uñas son quebradizas y se parten con facilidad, el aceite de coco las hará más resistentes. Acostúmbrate a masajearlas frecuentemente con este ingrediente y verás cómo no solo se endurecen y desaparecen las estrías, sino que las cutículas permanecen hidratadas y en perfecto estado. Con unas uñas sanas y uniformes tu manicura lucirá mejor y durante más tiempo.
- Para mitigar las estrías. Precisamente por esa acción reparadora y cicatrizante, el aceite de coco es una gran ayuda en el caso de estrías en la piel. Sus ácidos grasos y la vitamina E, que favorece la producción de colágeno, se ponen manos a la obra para mejorar su aspecto.
- Suavizante y antiencrespamiento del pelo. Nutre, aporta brillo y acondiciona la melena en tiempo récord. Además, ayuda a vencer el encrespamiento y protege la fibra capilar, evitando la rotura del cabello. Todo ello gracias a las vitaminas, minerales y ácidos grasos que aporta. Lo puedes encontrar en champús, acondicionadores, mascarillas y productos de acabado, pero también podrías recurrir al aceite de coco puro. En este caso, bastaría con muy poco producto, aplicado de medias a puntas para suavizar el pelo y quitarle el efecto frizz.
- Incluso se puede usar como desmaquillante. Hay bálsamos limpiadores que incluyen este ingrediente, que arrastra las impurezas con facilidad. Indicado en pieles secas y sensibles por sus propiedades hidratantes y calmantes, es ideal para usarlo como primer paso de la limpieza doble coreana.
- Bálsamo labial. La manteca de coco es mano de santo en los labios agrietados porque los reconforta y suaviza. Si tienes tendencia a que se te resequen, también te servirá para prevenir que se te corten y salgan pielecillas durante estos días de frío. ¡Ah! y el uso de la mascarilla para prevenir de la COVID-19 no es garantía de que los tendrás protegidos. Al contrario. Se ha demostrado que el uso prolongado de la mascarilla genera un ambiente húmedo y oclusivo en la parte inferior del rostro que favorece la deshidratación de los labios y la aparición de grietas o dermatititis perioral.
- En verano, es un excelente aftersun. Ayuda a recuperar la hidratación de la piel tras la exposición al sol. Y, tranquila, no tiene por qué dejar tu piel grasienta u oleosa, hay brumas corporales que contienen aceite de coco entre sus ingredientes, cuyo formato es muy cómodo. Refrescan e hidratan profundamente.
Como puedes comprobar, el aceite de coco es muy versátil. Si ves que forma parte como ingrediente estrella en algún producto facial, corporal o capilar, ten por seguro que obtendrás un plus de reparación y/o hidratación. Incluso puedes adquirirlo en su estado más puro (extra virgen) y usarlo tú misma para simplificar tu rutina de belleza, porque ya ves que es un cosmético todoterreno que te puede ser muy útil en más de una ocasión. Prepárate... ¡que viene el coco! Pero este no da miedo, sino soluciones para estar aún más guapa.