Recupera el confort

Cómo limpiar la piel sensible

Si tienes la piel sensible, seguro que estás cansada de que cualquier cosa la haga reaccionar. Toma nota de estos consejos para aplicarlos en tu día a día ¡y darle un respiro a tu piel!

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

La piel sensible es un tipo de piel inestable que reacciona fácilmente ante cualquier factor externo, como cambios de temperatura, exposición al sol, sequedad ambiental o la aplicación de algunos cosméticos. En ella suelen alternarse periodos de sequedad e irritación con enrojecimiento y descamación o erupciones. También es posible que tengas una piel sensible sin más o que tengas rosácea.

La piel sensible reacciona a cualquier factor externo

La mala noticia es que la piel sensible no es algo que podamos "curar" con algún tratamiento, sino que es algo que tenemos para siempre. ¿Lo bueno? No solo hay multitud de cremas o cosméticos para cuidarla, sino que también hay ciertos hábitos o trucos que evitan que desencadenemos una reacción en ella. Toma nota de estos consejos para mantener y cuidar el equilibrio de la piel sensible.

Ritual de exfoliación

Mientras las pieles mixtas o grasas necesitan una exfoliación semanal, para las que son sensibles este es un momento de riesgo. Por tanto, es recomendable hacerlo cada 15 días o incluso una vez al mes. Cuando lo hagas, evita exfoliantes con gránulos y sustitúyelos por una esponja natural o mascarillas faciales relajantes. ¡Y nada de apretar y frotar! Haz movimientos suaves y, sobre todo, al terminar utiliza una hidratante protectora y calmante que devuelva el confort a tu piel.

Apuesta por productos cosméticos de calidad y no te vayas al "barato"

Cómo maquillar la piel sensible

Olvídate de comprar productos baratos en cualquier sitio y apuesta por la calidad. En las farmacias tienen desde bases de maquillaje hasta máscaras de pestañas sin químicos y testados dermatológicamente, para que sean inocuos para tu piel. Además, utiliza un corrector acorde con el tipo de reacción que tengas. Los verdes neutralizan los rojos (ideales para ocultar las venitas o la rosácea), los amarillos disimulan las ojeras, y los naranjas, las venitas azuladas.

¡Y desmaquíllate!

También tenemos que prestar especial cuidado al momento de desmaquillarnos, ya que estamos “provocando” a nuestra piel sensible. Puedes utilizar leche desmaquillante o agua micelar, o bien una pastilla de syndet, una barra limpiadora que no contiene jabón y mantiene el pH de la piel sin agredirla. Lo malo de esto último es que si vives en lugares de aguas duras, como Canarias o el litoral mediterráneo, el nivel de calcificación del agua es muy alto, y esto contrarresta el beneficio de la syndet.

Si es tu caso, utiliza un desmaquillante que no necesite el uso de agua, como la leche limpiadora o el agua micelar, y aplícalo suavemente con discos desmaquillantes. Si aun así esto también provoca que tu piel se irrite, extiende directamente la limpiadora sobre la palma de tu mano y realiza presiones ligeras haciendo un efecto ventosa hasta que el maquillaje se haya retirado. Para terminar, pulveriza unos toques de agua termal para calmar y desensibilizar la piel.

El agua micelar es la mejor opción para las pieles sensibles

Ojo con las temperaturas extremas

Los cambios bruscos de temperatura hacen que los vasos sanguíneos se dilaten y se contraigan de forma brusca, lo que conlleva a su rotura en el caso de pieles sensibles. Por tanto, si quieres que tu piel se mantenga confortable, los contrastes de frío y calor del spa de tu gimnasio, por ejemplo, no son para ti. Procura también evitar exposiciones largas al sol, así como lugares muy secos, ya que contribuyen a deshidratar y resecar la piel.

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Pero sobre todo, relájate

La piel sensible también hay que cuidarla desde dentro. El estrés, la falta de sueño y las emociones que tengamos afectan al estado de nuestra piel. Intenta tomarte las cosas con calma, piensa en el aquí y ahora, y practica ejercicios de meditación o yoga para contribuir a tu equilibrio emocional. ¡Verás cómo tu piel te lo agradece! Si no consigues desconectar, sigue estos pasos para decirle adiós al estrés.