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Alas de murciélago, el saludo de la reina... da igual como lo llamemos, pero lo cierto es que ese '"descolgamiento'"que sufren nuestros brazos con el paso del tiempo no es nada estético y, además, delata algo todavía más preocupante: la falta de tono y firmeza. Hacerse mayor no tiene que implicar que dejemos de sentirnos bien físicamente, al contrario, es ahora cuando tenemos que prestar especial atención a estar en forma.
Si no has cuidado, por ejemplo, tus brazos puede que entorno a los 50 empieces a notar que están perdiendo musculatura. Es algo normal debido al paso del tiempo, pero que se puede paliar con ejercicio. ¿Con qué tipo de ejercicio?, te preguntarás. Pues con estos cuatro puedes empezar a marcar la diferencia. La idea es que tú misma adaptes la intensidad y duración de cada uno a tu forma física y conforme mejores, vayas incrementando ambos.