Aumenta las defensas

Cómo cuidar la piel sensible con bacterias "buenas"

Granitos, arrugas, rojeces, sequedad, picor… Son problemas ligados a una piel frágil y sensible. Te contamos lo último para cuidarla: las bacterias "buenas", que la protegen por dentro y por fuera.

chica sonriendo proteger piel
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Mamen Lorenzo

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a

La piel, y más si es frágil o sensible, es víctima fácilmente de falta de confort, sequedad, granitos, arrugas, rojeces, eccemas, envejecimiento prematuro… Sin embargo, las últimas investigaciones apuntan a las bacterias “buenas” que habitan tanto en nuestra piel como en el intestino para protegerla por dentro, con una alimentación adecuada, y por fuera, con una cosmética adecuada.

Qué altera el equilibrio de la piel

El estrés, la contaminación y comer mal, entre otros factores, ocasionan una inflamación crónica oculta. Estos factores afectan a las proteínas del cuerpo (con fenómenos de glicación, oxidación, etc.) y las dañan. Y también modifican la microbiota del organismo.

Qué efectos provocan. Al desequilibrar el funcionamiento del cuerpo, se aceleran los procesos degenerativos o de envejecimiento.

¿Consecuencias? Muchas y malas. Si hablamos de la piel: acné, eccemas, atopía, caída de cabello. Pero también puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer, por ejemplo.

Las bacterias que protegen la piel "desde dentro"

La microbiota intestinal, es decir, las bacterias que habitan en nuestro intestino, influyen decisivamente en nuestra piel. Es una de sus defensas principales y actúa “desde dentro”, aliándose con el sistema inmunitario para evitar problemas dermatológicos como sequedad, rojeces, granitos, picores, e incluso envejecimiento prematuro.

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Una dieta adecuada que favorezca a las bacterias “buenas” del intestino y evite procesos de inflamación ayuda a mantener a raya estos problemas y a que la piel se vea sana y luminosa.

Cómo nutrir la flora intestinal. Para reforzar las bacterias buenas (Lactobacillus, Bifidobacillus) del sistema digestivo incluye en tu alimentación:

Alimentos probióticos. Son los fermentados, como yogur, chucrut, encurtidos vegetales, miso, kéfir, té kombutcha... Son muy ricos en microorganismos vivos (probióticos) y al ser ingeridos colonizan el intestino, estabilizan su flora e impiden la actividad de los microorganismos dañinos.

Alimentos prebióticos. Como alcachofa, ajo, cebolla, espárragos y puerro. Los prebióticos sirven de nutriente a las bacterias benéficas hospedadas en el intestino.

Lo que no debes comer

  • Azúcares rápidos. Nada de chuches, precocinados, bollería industrial...
  • Alimentos proinflamatorios. La cafeína, el alcohol, el gluten (en las personas con intolerancia a esta proteína) o la charcutería.
  • ¿Y los lácteos? Pueden provocar un efecto inflamatorio en personas que sufren acné o dermatitis atópica. En estos casos, sustitúyelos por bebidas vegetales.

La cosmética que cuida la piel "desde fuera"

Igual que en el intestino, en la superficie de la piel también hay bacterias que crean una barrera protectora. Esta microbiota cutánea puede alterarse según qué jabones o cremas uses, y dependiendo de lo expuesta que estés a la contaminación, el sol, etc.

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Tratamientos con prebióticos. Los cosméticos pueden modificar la composición de la microbiota de la piel. De hecho, han aparecido líneas de tratamiento para pieles intolerantes, por ejemplo, que incluyen prebióticos que alimentan a las bacterias beneficiosas de la piel y dejan sin nutrientes a las bacterias que crecen en exceso.

Fórmulas biomiméticas. Son cremas, geles, aguas micelares… cuyos componentes son similares a los de nuestra piel o poseen un funcionamiento biológico idéntico. Entre los activos biomiméticos están las ceramidas, el escualano, los ácidos grasos omega 3 (presentes en el aceite de aguacate, borraja, caléndula y onagra, entre otros), la vitamina E, la glicerina, la urea o el ácido hialurónico.

100% compatibles. Esto hace que se absorban perfectamente y sean compatibles con todo tipo de pieles, incluso las más frágiles y sensibilizadas.

Cosmética sin. Estas cremas, que tienen fórmulas con el mínimo de ingredientes posibles y que no contienen ni perfumes, ni colorantes o parabenos ni muchos conservantes, son ideales cuando la piel es muy sensible o intolerante. Así reduces el riesgo de que alguno de los activos reaccione con la piel y la irrite aún más.

Nuevas investigaciones para aumentar la inmunidad de la piel

Probióticos en el agua termal. Los científicos de La Roche Posay han comprobado que introduciendo una bacteria en el agua termal de la firma se restaura el equilibrio de la microbiota de la piel a largo plazo.

Prebióticos como principio activo. Se están incluyendo en cremas para el acné y la dermatitis, champús anticaspa, limpiadoras, desodorantes... El objetivo es combatir las bacterias malas y favorecer el crecimiento de las buenas.

Activar las células de Langerhans. Estas células, responsables de la inmunidad de la piel, se reducen con la edad. Algunos cosméticos, como los de la marca Shiseido, incorporan un complejo que mejoran su funcionamiento.

Además, en este artículo puedes encontrar hábitos frecuentes que pueden dañar la biota de tu piel sin que te des cuenta.