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La nueva normalidad se ha instalado entre nosotras cambiando por completo nuestra forma de trabajar, socializar, comprar o cuidarnos. El 'no' contacto es ya una realidad y ha transformado por completo nuestras rutinas, también las de belleza.
En este sentido los productos que utilizamos para hidratar y proteger la piel también han cambiado, ahora debemos prestar atención a la regeneración de la piel (nunca te olvides de una buena limpieza y mimos extra en nuestra rutina de noche) y, por supuesto, una buena hidratación bajo la mascarilla, es básico. Sí, chicas, ahora más que nunca nuestra piel necesita que la cuidemos.
En este sentido, las brumas se postulan como el método más higiénico para hidratar la piel y en la alternativa perfecta para las cremas hidratantes a lo largo del día. Una rápida pulverización de una bruma fina es todo lo que necesitamos para reactivar la piel, hidratarla y llenarla de vitalidad sin necesidad de usar las manos, sobre todo cuando no estamos en casa.
Pero es que además, al tratarse de un producto que penetra fácilmente en la piel y al no dejar residuo es ideal para usarlo con mascarilla ya que deja la mínima humedad bajo la tela. Con nuestra propia respiración y sudor ya tenemos más que suficiente...
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"Las brumas faciales son una buena opción por su textura ligera, ya que en el ambiente húmedo que crea la mascarilla, texturas menos ligeras pueden resultar incómodas al volverse 'pringosas'. Además, las brumas tienen una aplicación más rápida, que requiere trabajar menos el producto sobre la cara para su absorción. Esto es importante, ya que la piel puede llegar a estar irritada por el propio uso de la mascarilla, y la aplicación de crema puede ser incómoda, incluso dolorosa", cuenta a CLARA María Murillo, marketing manager de Uriage España.
Las buenas noticias es que muchas marcas están innovando y empiezan a apostar por sofisticadas patentes propias con significativos cambios en sus formatos, y de ahí la explosión de las brumas como producto de belleza básico e indispensable, y no solo a modo de hidratante sino también como tónico o protección solar.
"Además las pieles están más irritadas por las mascarillas y por la poca oxigenación. Esto hace que se necesiten productos hidratantes, calmantes y que no requieren una aplicación en masaje sobre el rostro, ya que puede irritarlo más. Serán esenciales principios como el ácido hialurónico, que dará un humedad", nos cuenta Estefanía Nieto, directora técnica de la firma Omorovicza.
Adiós cremas hidratantes...
... En parte. Seguramente el futuro de la belleza no consista solo en brumas, pero la situación actual parece incitar a usar estos formatos que reducen la necesidad de contacto. Un producto que es ideal para todo el año, ya que en invierno evitan la deshidratación y la tirantez y en verano refresca, protege e hidrata.
"El uso de mascarillas puede tener efectos negativos sobre la piel: sequedad, irritación, rozaduras… además, al favorecer la creación de un ambiente húmedo, el uso continuado de mascarillas puede derivar en la aparición de brotes de acné. Para prevenirlo, lo ideal es usar productos con función barrera e hidratantes, y acompañarlos siempre con una buena limpieza", explican desde Uriage.
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Una bruma para cada tipo de piel
Aunque la mayoría de las brumas suelen ser de textura fresca y ligera y se absorben rápidamente por lo que están indicadas para todo tipo de pieles, sí que es importante no correr riesgos y no arriesgar a la hora de elegir la bruma perfecta para nuestro tipo de piel, de uso indispensable en nuestro día a día. La mayor ventaja de los face mist es su sencilla y rápida aplicación en cualquier momento.
No obstante, como ocurre con cualquier otro producto de tratamiento, es importante tener en cuenta qué necesidades tiene nuestra piel. Una piel seca no tiene las mismas necesidades que una grasa o muy sensible. Así, debemos tener en cuenta:
- Brumas para piel seca. Si tu piel es madura o seca lo ideal es usar una bruma con ácido hialurónico que hidrate bastante o con ingredientes ultrahidratantes como la leche.
- Brumas para piel normal o mixta. Este tipo de pieles admiten mist con varios ingredientes y formulaciones, como el agua de rosas o los aceites esenciales.
- Brumas para pieles grasas. Son pieles más complicadas, a lo que se suma, en algunos casos, el acné. Para este tipo de pieles, más reactivas, lo ideal es una bruma fina y ligera, con agua termal o agua de rosas. Hay que evitar aceites y siliconas, cuanto más natural mejor para no obstruir poros.
- Brumas para pieles muy sensibles. Casi todas las firmas tienen su face mist con agua termal e ingredientes calmantes.
Otros tipos de brumas...
- Brumas con FPS. Es la forma más cómoda y rápida de proteger nuestra piel de los rayos y las agresiones provocadas por el sol y la contaminación, un básico de belleza y salud que ahora está más de moda que nunca.
- Brumas para fijar el maquillaje. Las bases de maquillaje no están muy recomendadas en tiempos de mascarilla pero si te ves en la obligación de maquillarte y quieres estar impecable –con el calor, el vaho, el roce continuo, la transpiración excesiva... olvídate de estar todo el día como saliste de casa–, los fijadores de maquillaje en spray dejan de ser un producto 'optativo' para convertirse en una herramienta de uso obligado. Usar brumas para el maquillaje dejará un aspecto más jugoso en la piel.
- Brumas tónico. Tonificar la piel es clave en la rutina de belleza para mantener el ph equilibrado. En formato bruma es perfecto porque su aplicación es rapidísima y evitamos tener que usar algodones. Recuerda, siempre se usa el tónico tras la rutina de limpieza y antes de tratar e hidratar.
Así es cómo se usan
Hay que cerrar los ojos y aplicarlos a unos 20 centímetros del rostro. Basta con tres pulverizaciones para que el resultado sea perfecto, aunque conviene esperar unos minutos antes de colocar la mascarilla.
Pues sí, llegó la hora de las brumas. Esta es nuestra selección de brumas súper top para cuidar, hidratar, tratar y proteger nuestro rostro en tiempos de 'nueva realidad' y con la mascarilla como complemento imprescindible en nuestro día a día.