Los dermatólogos lo confirman. El confinamiento puede facilitar que nos quememos más al empezar a salir a la calle, porque llevamos mucho tiempo sin que nos dé el sol y nuestra piel no está preparada. Uno de los errores más comunes es pensar que si, al principio, llevas una manguita larga, ya estás protegida. ¿Y qué pasa con la cara y el escote?
En estas salidas, ya sea para andar, pasear en bicicleta o correr, más de uno/a ha vuelto a casa con la cara roja e irritada. Guardando la distancia de seguridad recomendada, en muchas ocasiones se prescinde de la mascarilla – que puede proteger un poco más– y los rayos solares "atacan" sin piedad. ¡Por no hablar de esas sesiones de ejercicio en las terrazas o los vermuts en los balcones! El mejor remedio: usar un buen protector solar facial, que reúna las condiciones ideales.
Características del protector solar perfecto
- Con FPS alto. ¿Que eso evitará que te pongas morena? No, eso evitará que dañes tu piel. El Factor de Protección Solar (el 15, 30 o 50 que aparece en los envases) lo que indica es el tiempo durante el cual el protector solar mantendrá a tu piel protegida de los rayos UVB, los responsables de las quemaduras solares. Cuanto más clara sea tu piel, mayor debería ser el FPS para protegerla. Por ejemplo, si tu piel se pone roja solo con estar 5 minutos al sol, un protector con FPS 50, multiplicará por 50 el tiempo que puedes estar expuesta a las radiaciones sin que te quemes. Es decir, 5x50=250 minutos. Aunque los dermatólogos recomiendan que se renueve el protector como máximo cada 120 minutos (2 horas) y después de cada baño. Piensa que el sudor o el roce con la ropa/toalla puede hacer que el protector pierda eficacia. Y no todos son water-resistant (resistentes al agua).
- El espectro más amplio de protección. Esto quiere decir que los protectores solares deben formar una barrera no solo contra los rayos UVB, sino también contra los UVA, los que provocan el envejecimiento prematuro de la piel. Fíjate bien que lleve estas dos siglas en el envase. Los protectores más completos también suelen incorporar las letras HEVL, lo que significa que protege de la luz visible o de alta energía (conocida como luz azul), otra de las causantes del fotoenvejecimiento y las manchas. Y si lleva también las siglas IR-A, mucho mejor, porque significará que te protegerá además de los infrarrojos, los que atacan a las capas más profundas de la piel y pueden llegar a alterar las células.
- La mejor textura. Los protectores solares han mejorado muchísimo en este aspecto, para satisfacer las necesidades de todo tipo de pieles. Los hay más hidratantes para las pieles secas, y matificantes para las pieles grasas, que quieren evitar brillos. Pero, sin duda, las que triunfan entre la gran mayoría son las texturas de toque seco o aquellas que no dejan sensación pegajosa.
- Antipolución y con poder antioxidante. Muchas fórmulas están pensadas para cubrir las necesidades de las mujeres más urbanitas, las que se exponen al sol a diario en las ciudades. Está demostrado que los rayos de sol + la polución es un cóctel nefasto para la piel y le suma años.
En nuestra selección de protectores solares faciales hemos tenido en cuenta estos requisitos, porque la suma de todos ellos –o casi todos– permite que tu piel esté sana, confortable y cuidada al momento (a salvo de rojeces y quemaduras), pero también a largo plazo, frenando manchas, arrugas y posibles alergias solares, que cada vez son más frecuentes en edades adultas.