Una correcta higiene facial es la base para mantener la piel sana y bonita. En ausencia de limpieza facial de la piel no tiene ningún sentido aplicar otros cosméticos, por efectivos que sean los activos que contienen. Por eso es necesario utilizar limpiadores faciales mañana y noche, para, a continuación, aplicar los cosméticos que más nos interese.
¿Qué es un limpiador facial y para qué sirve?
Un limpiador facial nos permite eliminar los restos de sebo, células muertas, residuos contaminantes y restos de producto que van quedando en nuestra piel, como las cremas con las que nos la tratamos. Dependiendo del tipo de piel, será más recomendable una textura u otra, puesto que varía el ritual de aplicación y la efectividad (como te explicamos más abajo).
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Y aunque muchas veces es un paso que damos por sentado, la limpieza del cutis tiene más ciencia de lo que parece y no es difícil caer en errores, tanto a la hora de elegir el limpiador facial más adecuado para nuestro tipo de cutis, como a la hora de usarlo apropiadamente. ¿Lo estamos haciendo realmente bien?
¿Cómo limpiar el rostro?
Es necesario limpiar el cutis mañana y noche. Por la mañana, eliminaremos los restos de sebo y células muertas (¡por la noche se produce la renovación celular!) acumulados durante las horas de sueño. Por la noche, es imprescindible para retirar los restos de maquillaje, cosméticos, suciedad y polución acumulados durante el día.
Dependiendo del tipo de producto, el ritual de limpieza será de una manera u otra, si bien la limpieza ha de ser siempre el primer paso de la rutina facial. Después, irá seguida del tónico, el sérum (ambos opcionales), la hidratación (incluido contorno de ojos), el fotoprotector y, por último, el maquillaje (si es el caso).
¿Conoces la doble limpieza?
La doble limpieza facial consiste en aplicar dos productos en lugar de uno para limpiar el cutis en profundidad y así asegurarnos de que eliminamos todos los restos acumulados en diferentes capas (polución, maquillaje y crema hidratante, por ejemplo). En el primer paso, se utiliza un producto que no necesite aclarado, como una leche limpiadora o un agua micelar, mientras que en el segundo paso se aplican productos que requieren aclarado como geles o espumas.
Limpiador facial eléctrico
Promofarma
Son herramientas que se han incorporado en los últimos tiempos para profundizar en la limpieza y conseguir unos mejores resultados. Se utilizan en combinación con geles y espumas limpiadoras. Hablamos tanto de cepillos eléctricos como de dispositivos de limpieza facial sónica (tipo Foreo). Estos últimos actúan mediante ultrasonidos y facilitan la eliminación de células muertas a la vez que estimulan la microcirculación.
Promofarma
Su uso es ideal para terminar la limpieza en dos pasos, aunque, según nuestra experta, en pieles sensibles o con problemas de acné podrían resultar poco convenientes debido a la fricción.
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¿Qué tipos de limpiadores faciales hay?
Para la limpieza facial disponemos de diferentes productos como los geles, las espumas, las aguas micelares, los aceites y las clásicas leches limpiadoras. Tanta variedad responde a que no todos actúan igual sobre la piel y por eso conviene diferenciarlos.
Tipos de limpiadores faciales
Gel limpiador facial
Es un producto muy efectivo para la limpieza facial especialmente idóneos para pieles con exceso de sebo.
Leche limpiadora
Un clásico de la limpieza facial que resulta idóneo para las pieles secas y maduras, porque limpia e hidrata a la vez.
Agua micelar
El agua micelar sirve también como desmaquillante, no reseca el cutis y tiene una excelente tolerabilidad.
Espuma limpiadora facial
Es un producto de limpieza ideal para las pieles con exceso de sebo aunque es recomendable que no contenga detergentes sintéticos que dañen la barrera lipídica de la piel.
Aceite limpiador facial
Es una excelente opción para pieles secas y no son recomendables para cutis con problemas de sebo ya que los podría agravar.
Tónico facial
No es un producto de limpieza. Sirven para tonificar la piel y mantener el PH equilibrado tras la limpieza facial y es imprescindible cuando nos aclaramos con agua dura o alcalina
Gel limpiador facial
Es un producto muy efectivo para la limpieza facial, si bien puede resecar si la fórmula no es respetuosa con el PH del cutis. Para evitarlo te recomendamos elegir productos tipo syndet (sin detergentes sintéticos), ya que respetarán la barrera protectora de la piel. Son especialmente idóneos para pieles con exceso de sebo y puedes optimizar su efecto combinándolo con un dispositivo de limpieza sónica.
- ¿Cómo se usa? Se humedece ligeramente el rostro y se aplica una pequeña cantidad de gel realizando un masaje sobre el cutis hasta que salga espuma (las fórmulas más respetuosas harán menos espuma). Después se aclara con agua fría o tibia.
Leche limpiadora
Es un clásico de la limpieza facial que resulta idóneo para las pieles secas y maduras, porque limpia e hidrata a la vez.
- ¿Cómo se usa? Se aplica la crema sobre el rostro con los dedos realizando un masaje con movimientos circulares. Seguidamente, se retira con un algodón húmedo de dentro a fuera para arrastrar toda la suciedad.
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Agua micelar
Es un producto revolucionario que hemos descubierto en los últimos años. Está formulado a base de micelas, que son partículas capaces de atraer la suciedad y el sebo del cutis, de manera que los aíslan y transportan a través del agua para eliminarlos de la piel. El agua micelar sirve también como desmaquillante. Ha ganado en popularidad gracias a que no reseca el cutis y tiene una excelente tolerabilidad, puesto que es un tipo de limpiador idóneo para todo tipo de pieles, incluidas las problemáticas, como las sensibles y las grasas.
- ¿Cómo se usa? Se aplica sobre la piel con un disco de tela o algodón realizando movimientos circulares para atrapar la suciedad.
Espuma limpiadora facial
Es un producto de limpieza ideal para las pieles con exceso de sebo aunque, al igual que sucede con los geles, es recomendable que no contenga detergentes sintéticos que dañen la barrera lipídica de la piel. Junto a los geles son la pareja ideal de los dispositivos de limpieza sónica.
- ¿Cómo se usa? De la misma manera que un gel limpiador.
Aceite limpiador facial
Es una excelente opción para pieles secas. En ocasiones se combinan con agua micelar en fórmulas bifásicas que resultan muy efectivas a la hora de desmaquillar. Eso sí, en general, no son recomendables para cutis con problemas de sebo ya que los podría agravar.
- ¿Cómo se usa? Se aplica directamente sobre el cutis realizando un suave masaje con las yemas de los dedos. A continuación, hay que humedecerlos para volver a masajear hasta que se forme una emulsión de color blanquecino. Para finalizar, aclaramos directamente con agua fría o tibia. En el caso de los aceites bifásicos, será necesario agitar el envase previamente para que se forme la emulsión.
Tónico facial
No es un producto de limpieza aunque lo incluimos en esta lista por la confusión que suele generar. Sirven para tonificar la piel y mantener el PH equilibrado tras la limpieza facial y es imprescindible cuando nos aclaramos con agua dura o alcalina, que lo altera especialmente. hoy en día no es un paso imprescindible de la rutina facial a que muchos productos hidratantes tienen la capacidad de regular ese PH.
- ¿Cómo se usa? Se aplica con un algodón tras la limpieza. Si usamos un formato en bruma, tendremos que pulverizarlo sobre el rostro y ayudar a que se absorba con toquecitos de las yemas de los dedos.
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