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La limpieza es el primer paso de cualquier rutina de belleza. De hecho, uno de los más importantes. En esta premisa coinciden dermatólogos y demás expertos en el cuidado de la piel. Sin embargo, no todos los limpiadores faciales son adecuados para todas las pieles. Cada tipo tiene unas necesidades específicas que hay que tener en cuenta a la hora de escoger un buen limpiador. Es la única forma de que la piel se libere de suciedad, impurezas y células muertas y pueda beneficiarse de los tratamientos que apliques sobre ella.
¿Qué hace un limpiador facial?
Si quieres prevenir el envejecimiento cutáneo y lucir una piel radiante, no puedes descuidar tu limpieza facial. Es el paso más importante para lucir una piel sana, joven y bonita. El Dr. Antonio Ortega, dermatólogo de Clínica Menorca, asegura que es fundamental si queremos que el resto de la cosmética funcione. “Si vamos a aplicar una crema o un sérum con sustancias activas, la piel debe estar bien limpia para que estos productos puedan alcanzar su diana y proporcionar el efecto deseado. Debe ser siempre un gesto suave para no irritar ni dañar los mecanismos de defensa de la piel. De ahí mi predilección por las aguas micelares. Retiran suavemente todas las impurezas, incluidos los resto de maquillaje resistentes”, expone este experto.
¿Cuál es el limpiador facial más adecuado para cada tipo de piel?
Leches limpiadoras, geles, espumas, jabones, aguas micelares... Hay una gran variedad de productos limpiadores, pero...¿cuál es la fórmula más adecuada para limpiar tu piel?
- Si tienes la piel seca o madura, necesitas limpiadores con ingredientes humectantes, que mantengan la hidratación de la piel. Las leches desmaquillantes tradicionales y los aceites limpiadores son la mejor opción para este tipo de cutis. Retiran el maquillaje y las impurezas, al mismo tiempo que las dejan hidratadas y jugosas.
- Si tienes la piel mixta o grasa, deberías elegir productos limpiadores con ingredientes astringentes que mantengan a raya los brillos. Pero también debes tener cuidado de no recurrir a cosméticos que te resequen el cutis. Las espumas, los geles y las aguas micelares son una apuesta infalible cuando tienes tendencia a acumular grasa. Por el contrario, huye de los aceites y de leches limpiadoras.
- Si tienes la piel sensible, debes extremar las precauciones y escoger bien los productos para no sufrir irritación, tirantez ni enrojecimiento. Los productos que mejor funcionan en este caso son las aguas micelares o los jabones syndet (sin detergente).
¿Cómo se utiliza un limpiador facial?
¿Estás segura de que estás utilizando bien tu limpiador facial? Después de elegir bien el producto que necesitas, debes asegurarte de que lo utilizas de forma correcta. El Dr. Ortega explica cómo hacerlo adecuadamente: "Debes limpiar tu piel por la mañana y por la noche. Si vas maquillada empieza por la zona de los ojos, utilizando un algodón limpio para cada ojo. No arrastres, simplemente mantén el disco empapado en agua micelar sobre el ojo cerrado unos segundos y retira el maquillaje. Con otro disco retira el labial de la misma manera, sin frotar. Y, después, desde el centro del rostro hacia los laterales, hasta que el algodón salga completamente limpio. Si lo prefieres, puedes usar leche limpiadora en la piel después de retirar el maquillaje de ojos y labios o, en el caso de las pieles más grasas, un limpiador en espuma. Conviene siempre terminar la limpieza con tónico", aconseja.
No te olvides del tónico
No subestimes al tónico. Muchas veces lo dejamos aparcado y no lo incorporamos a nuestra rutina de limpieza facial. ¡Gran error! La loción tónica completa el ritual de limpieza equilibrando el pH y la microbiota de la piel. Apenas te llevará unos segundos aplicártelo al final y tu piel lo agradecerá.
Utiliza productos exfoliantes para completar tu rutina
Tampoco deberías olvidarte de exfoliar la piel una o dos veces por semana para asegurarte de que tu cutis está libre de células muertas y de impurezas. "El uso periódico de exfoliantes puede ayudar a eliminar impurezas y preparar la piel para que los sérums y las cremas lleguen también mejor a sus células diana y ayuden a obtener el efecto buscado", recomienda el experto. Ahora bien, no los utilices más de la cuenta: "Sigue siempre las indicaciones de tu dermatólogo o del fabricante del cosmético para evitar efectos indeseados, como irritaciones excesivas o infecciones. Según el tipo de piel y el producto exfoliante empleado, su frecuencia de uso puede ser de una vez al mes, cada 15 días o incluso una o dos veces por semana", añade.
¿Cuál es el mejor limpiador para el rostro?
Esta selección de limpiadores faciales puede ayudarte a encontrar el limpiador que necesitas. Hay opciones adecuadas para todos los tipos de piel.